El conjunto santaneco alzó su decimoctava corona derrotando en penales a Alianza. El mexicano Carlos “Gullit” Peña jugó infiltrado por molestias físicas, pero dio la cara por un plantel que le respaldó en todo momento. La maldición de 11 años sin título llegó a su fin.
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
Los dos equipos más regulares del último semestre en el fútbol salvadoreño se dieron cita en el Estadio Cuscatlán para definir al campeón del Clausura 2021. Por un lado, Alianza buscaba el tricampeonato con una base de jugadores que ya han demostrado su capacidad, inclusive en competencias internacionales. Por otro lado, FAS quería acabar con la maldición de 11 años sin título y por ello, se reforzaron con elementos importantes, en especial, el mexicano Carlos “Gullit” Peña.
Desde que sonó el silbato del árbitro central Edgar Ramírez, que por cierto dirigía su primera final, Alianza presionó a FAS, le quitó el balón y tuvo algunas opciones para marcar, la más clara fue una descolgada de Michell Mercado por la banda, ingresó al área y sirvió para Juan Carlos Portillo que no pudo rematar por el corte justo a tiempo que hizo Ibsen Castro. El cuadro tigrillo también gozó de sus chances, pero no con la misma profundidad, hasta que en el minuto 40’, un tiro libre excepcional de Kevin Reyes pegó en el travesaño, y Henry Romero, defensor de los albos que llegaba para cubrir un poste, terminó siendo el villano, porque la pelota chocó en su espalda y besó la red. 1-0, arriba FAS y a las duchas.
En el complemento, el técnico capitalino Milton Meléndez cambió a Isaac Portillo para darle ingreso al máximo goleador del torneo, Rodolfo Zelaya, y es que evidentemente necesitaban goles. Con la llegada de “Fito” Alianza mejoró en ataque y tan solo 12’ minutos luego del reinicio, una combinación con Marvin Monterroza dejó a Zelaya mano a mano contra el portero Kevin Carabantes. Mauricio Cuéllar, defensor de FAS, intentó robarle el balón antes que el dorsal 22 sacara el disparo, sin embargo, su acción defensiva culminó en autogol. 1-1, partido nuevo.
A partir de ahí, el juego se rompió. Alianza se fue como un tsunami encima de FAS buscando el 2-1, pero el entrenador santaneco, Jorge “Zarco” Rodríguez, fue astuto y realizó modificaciones que bajaron la intensidad del partido, además, replegó líneas, duplicó marcas y se plantó en la misión de llevar el encuentro hasta los penales. El reloj parecía avanzar demasiado rápido para Alianza que continuaba con embates sobre la meta de Carabantes. Para FAS, el reloj avanzaba lento y en sus jugadores se notaba desgaste y cansancio.
Finalizados los 90’, se pasó a la fase de Tiempos Extra. Ahí se mantuvo la misma tónica. Alianza al ataque con un fútbol más organizado, FAS al contragolpe y ocasiones esporádicas con más ímpetu que orden. Nada se movió en el tablero, por lo que el objetivo del “Zarco” se cumplió: penales. FAS comenzó con Bryan Landaverde y tapó Mario González. Luego anotó Iván Mancía y le daba ventaja a Alianza. Flores Jaco anotó para FAS y Óscar Rodríguez también cumplió. Dustin Corea no falló y sí lo hizo Rudy Clavel pegándole a la base del poste. Hasta ahí iban 2-2. Kevin Reyes la mandó a volar y Zelaya anotó, recuperando la ventaja de Alianza. Luis Perea firmó el 3-3, pero sí Henry Romero marcaba, se terminaba todo. El defensa también la mandó a volar y entonces, muerte súbita. El panameño Roberto Chen siguió con los tiros de FAS pero otra vez tapó Mario, y Michell Mercado pudo sentenciar para Alianza, sin embargo, la estrelló en el poste. Ibsen Castro, con potencia, anotó para FAS y luego, la responsabilidad recayó sobre Elvin Alvarado que mandó un tiro anunciado para la tapada de Carabantes… (3-4, en penales).
Locura, festejos, gritos, lágrimas, emoción, abrazos, besos… Se vivió de todo en los segundos posteriores, porque FAS, después de 11 años y medio, volvía a ser campeón del fútbol salvadoreño. Entre la celebración apareció el “Gullit”, que salió de cambio durante el segundo tiempo tras una discreta actuación, ondeando banderas tigrillas, besando el escudo de FAS y admitiendo a la prensa su deseo de continuar en el club de Santa Ana.
Carlos Peña llegó como el flamante fichaje, portó el gafete de capitán, trabajó en silencio para levantar su nivel, jugó 21 partidos, anotó 4 goles y ayudó a su equipo para conseguir la copa #18 en su historia. FAS acabó con la maldición. Alianza dejó escapar el tricampeonato.
Desde que sonó el silbato del árbitro central Edgar Ramírez, que por cierto dirigía su primera final, Alianza presionó a FAS, le quitó el balón y tuvo algunas opciones para marcar, la más clara fue una descolgada de Michell Mercado por la banda, ingresó al área y sirvió para Juan Carlos Portillo que no pudo rematar por el corte justo a tiempo que hizo Ibsen Castro. El cuadro tigrillo también gozó de sus chances, pero no con la misma profundidad, hasta que en el minuto 40’, un tiro libre excepcional de Kevin Reyes pegó en el travesaño, y Henry Romero, defensor de los albos que llegaba para cubrir un poste, terminó siendo el villano, porque la pelota chocó en su espalda y besó la red. 1-0, arriba FAS y a las duchas.
En el complemento, el técnico capitalino Milton Meléndez cambió a Isaac Portillo para darle ingreso al máximo goleador del torneo, Rodolfo Zelaya, y es que evidentemente necesitaban goles. Con la llegada de “Fito” Alianza mejoró en ataque y tan solo 12’ minutos luego del reinicio, una combinación con Marvin Monterroza dejó a Zelaya mano a mano contra el portero Kevin Carabantes. Mauricio Cuéllar, defensor de FAS, intentó robarle el balón antes que el dorsal 22 sacara el disparo, sin embargo, su acción defensiva culminó en autogol. 1-1, partido nuevo.
A partir de ahí, el juego se rompió. Alianza se fue como un tsunami encima de FAS buscando el 2-1, pero el entrenador santaneco, Jorge “Zarco” Rodríguez, fue astuto y realizó modificaciones que bajaron la intensidad del partido, además, replegó líneas, duplicó marcas y se plantó en la misión de llevar el encuentro hasta los penales. El reloj parecía avanzar demasiado rápido para Alianza que continuaba con embates sobre la meta de Carabantes. Para FAS, el reloj avanzaba lento y en sus jugadores se notaba desgaste y cansancio.
Finalizados los 90’, se pasó a la fase de Tiempos Extra. Ahí se mantuvo la misma tónica. Alianza al ataque con un fútbol más organizado, FAS al contragolpe y ocasiones esporádicas con más ímpetu que orden. Nada se movió en el tablero, por lo que el objetivo del “Zarco” se cumplió: penales. FAS comenzó con Bryan Landaverde y tapó Mario González. Luego anotó Iván Mancía y le daba ventaja a Alianza. Flores Jaco anotó para FAS y Óscar Rodríguez también cumplió. Dustin Corea no falló y sí lo hizo Rudy Clavel pegándole a la base del poste. Hasta ahí iban 2-2. Kevin Reyes la mandó a volar y Zelaya anotó, recuperando la ventaja de Alianza. Luis Perea firmó el 3-3, pero sí Henry Romero marcaba, se terminaba todo. El defensa también la mandó a volar y entonces, muerte súbita. El panameño Roberto Chen siguió con los tiros de FAS pero otra vez tapó Mario, y Michell Mercado pudo sentenciar para Alianza, sin embargo, la estrelló en el poste. Ibsen Castro, con potencia, anotó para FAS y luego, la responsabilidad recayó sobre Elvin Alvarado que mandó un tiro anunciado para la tapada de Carabantes… (3-4, en penales).
Locura, festejos, gritos, lágrimas, emoción, abrazos, besos… Se vivió de todo en los segundos posteriores, porque FAS, después de 11 años y medio, volvía a ser campeón del fútbol salvadoreño. Entre la celebración apareció el “Gullit”, que salió de cambio durante el segundo tiempo tras una discreta actuación, ondeando banderas tigrillas, besando el escudo de FAS y admitiendo a la prensa su deseo de continuar en el club de Santa Ana.
Carlos Peña llegó como el flamante fichaje, portó el gafete de capitán, trabajó en silencio para levantar su nivel, jugó 21 partidos, anotó 4 goles y ayudó a su equipo para conseguir la copa #18 en su historia. FAS acabó con la maldición. Alianza dejó escapar el tricampeonato.