El próximo 31 de julio se tenía previsto el inicio de la Apertura 2021 en la Primera División de El Salvador, sin embargo, un decreto transitorio impuesto por el Gobierno local cambio el panorama. 92 equipos y un centenar de jugadores podrían quedarse a $0.00.
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
El martes 13 de julio, el Gobierno de El Salvador en conjunto con el Ministerio de Salud implementaron nuevas medidas de restricción para hacerle frente al aumento de casos COVID, y entre estas disposiciones, hay una que afecta directamente el desarrollo del fútbol salvadoreño en el último semestre del año. “Se prohíbe que los eventos deportivos grandes tengan público presente”, este texto pertenece al decreto transitorio aprobado por las leyes salvadoreñas para los próximos 90 días y, de inmediato, por la realidad económica del país centroamericano, fue imposible pensar en torneos a puerta cerrada.
Los dirigentes de los doce equipos de Primera División de El Salvador sostuvieron este jueves 15 una reunión para definir qué sucedería con las competencias locales e internacionales ya programadas. Recordemos que el 31 de julio comenzaba el Apertura 2021, además, los clubes Alianza, FAS y 11 Deportivo deben afrontar compromisos de la Liga CONCACAF. Al finalizar la junta, Samuel Gálvez, presidente de La Liga, confirmó que el torneo pospuso su inicio debido a que no existen las condiciones para comenzar en la fecha prevista, claramente, siendo la ausencia de aficionados en los estadios el motivo principal, porque sin aficionados no hay ingresos, y sin ingresos no se le puede pagar a los protagonistas.
Gálvez aseguró que se están haciendo las gestiones para buscar otras vías de auxilio. Primero, se conversaría con el Ministerio de Salud para que autoricen solamente el ingreso de los aficionados que tengan completa su cartilla de vacunación. Segundo, se contempla la opción de apoyarse en BANDESAL (Banco de Desarrollo de El Salvador) para recibir ciertas cantidades económicas que ayuden a subsanar el salario de los jugadores por el tiempo que duren las restricciones gubernamentales (90 días). Tercero, se intentaría conciliar con la televisora dueña de los derechos de transmisión para que adelanten cierto pago del convenio firmado entre ambas entidades y este dinero se destine al salario de los jugadores.
¿Cuál es el problema? Evidentemente, el corto tiempo para las gestiones y la poca voz que tiene el fútbol salvadoreño para incidir en aspectos gubernamentales. Encima, los equipos ya están en pretemporada y esto también se les debe pagar, justo sobre ese punto Gálvez enfatizo que los presidentes de cada equipo decidirán que sucede con esta fase previa, si la continúan o la dan por finalizada. A esto agreguémosle que los doce clubes de Primera División también deben responder por sus categorías de reserva y categorías femeninas, hablaríamos de un aproximado de 750 deportistas desempleados, y no podemos dejar de mencionar a los utileros, médicos, cuerpos técnicos, directivos con cargos menores, y hasta esa gente que honradamente se gana la vida vendiendo dentro y fuera de los estadios u ofreciendo distintos servicios (transporte, arte, limpieza y demás).
Eso no es todo, si nos vamos más allá, los 20 equipos de Segunda División también quedarán varados y los de Tercera ni hablar. Por lo tanto, los involucrados en el fútbol salvadoreño deben dar, esta vez sí, un golpe de autoridad, o al menos hacerse escuchar, entendiendo que no es solamente desempleo, son miles de familias que sufrirán los estragos de estas decisiones polarizadas.
Solo como detalles finales, la Selección de El Salvador, que por cierto está haciendo un buen papel en la Copa Oro, aún no tiene claro si podrá disputar el inicio de la Octogonal en su fortín, el Estadio Cuscatlán y mucho menos saben si habrá público, lo cual es tanto un golpe económico como anímico. FAS desconoce sí seguirán en pretemporada, pese a su compromiso en Liga de CONCACAF y 11 Deportivo quiso mover su partido ante Comunicaciones de Guatemala para Estados Unidos, pero CONCACAF lo negó. Entonces la incertidumbre reina en el fútbol cuscatleco y se perciben tintes de un abismo financiero.
Los dirigentes de los doce equipos de Primera División de El Salvador sostuvieron este jueves 15 una reunión para definir qué sucedería con las competencias locales e internacionales ya programadas. Recordemos que el 31 de julio comenzaba el Apertura 2021, además, los clubes Alianza, FAS y 11 Deportivo deben afrontar compromisos de la Liga CONCACAF. Al finalizar la junta, Samuel Gálvez, presidente de La Liga, confirmó que el torneo pospuso su inicio debido a que no existen las condiciones para comenzar en la fecha prevista, claramente, siendo la ausencia de aficionados en los estadios el motivo principal, porque sin aficionados no hay ingresos, y sin ingresos no se le puede pagar a los protagonistas.
Gálvez aseguró que se están haciendo las gestiones para buscar otras vías de auxilio. Primero, se conversaría con el Ministerio de Salud para que autoricen solamente el ingreso de los aficionados que tengan completa su cartilla de vacunación. Segundo, se contempla la opción de apoyarse en BANDESAL (Banco de Desarrollo de El Salvador) para recibir ciertas cantidades económicas que ayuden a subsanar el salario de los jugadores por el tiempo que duren las restricciones gubernamentales (90 días). Tercero, se intentaría conciliar con la televisora dueña de los derechos de transmisión para que adelanten cierto pago del convenio firmado entre ambas entidades y este dinero se destine al salario de los jugadores.
¿Cuál es el problema? Evidentemente, el corto tiempo para las gestiones y la poca voz que tiene el fútbol salvadoreño para incidir en aspectos gubernamentales. Encima, los equipos ya están en pretemporada y esto también se les debe pagar, justo sobre ese punto Gálvez enfatizo que los presidentes de cada equipo decidirán que sucede con esta fase previa, si la continúan o la dan por finalizada. A esto agreguémosle que los doce clubes de Primera División también deben responder por sus categorías de reserva y categorías femeninas, hablaríamos de un aproximado de 750 deportistas desempleados, y no podemos dejar de mencionar a los utileros, médicos, cuerpos técnicos, directivos con cargos menores, y hasta esa gente que honradamente se gana la vida vendiendo dentro y fuera de los estadios u ofreciendo distintos servicios (transporte, arte, limpieza y demás).
Eso no es todo, si nos vamos más allá, los 20 equipos de Segunda División también quedarán varados y los de Tercera ni hablar. Por lo tanto, los involucrados en el fútbol salvadoreño deben dar, esta vez sí, un golpe de autoridad, o al menos hacerse escuchar, entendiendo que no es solamente desempleo, son miles de familias que sufrirán los estragos de estas decisiones polarizadas.
Solo como detalles finales, la Selección de El Salvador, que por cierto está haciendo un buen papel en la Copa Oro, aún no tiene claro si podrá disputar el inicio de la Octogonal en su fortín, el Estadio Cuscatlán y mucho menos saben si habrá público, lo cual es tanto un golpe económico como anímico. FAS desconoce sí seguirán en pretemporada, pese a su compromiso en Liga de CONCACAF y 11 Deportivo quiso mover su partido ante Comunicaciones de Guatemala para Estados Unidos, pero CONCACAF lo negó. Entonces la incertidumbre reina en el fútbol cuscatleco y se perciben tintes de un abismo financiero.