En dos semifinales muy parejas, “la canarinha” se vio beneficiada por los fallos de México en la tanda de penales, mientras que “la roja” se valió de un golazo de Marco Asensio para avanzar sobre Japón. La final se juega el próximo sábado, en el Estadio Internacional de Yokohama.
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
Sufrido, ese es el adjetivo que mejor describe el boleto conseguido, tanto por Brasil como por España, para la gran final del fútbol olímpico y es que enfrente tuvieron a combinados que no regalaron nada, al contrario, perdonaron ocasiones que luego pagaron muy caro. México no podrá repetir el Oro conseguido en Londres 2012 y Japón, que nunca se alzó la presea dorada, ahora solo aspira al Bronce.
Los que madrugaron, o no durmieron, para ver el Brasil – México disfrutaron de un duelo con mucha intensidad, llegadas en ambos arcos e intervenciones notables de los guardametas, principalmente “Memo” Ochoa que tapó al menos dos clarísimas, pero a grandes rasgos, la “canarinha” fue mejor. Mantuvieron la posesión de balón (67,2%), manejaron el ritmo del partido, intentaron romper el cero de distintas formas e hicieron 12 disparos. El “Tri”, por su parte, priorizó el orden defensivo, la presión constante sobre el rival y trató de cubrir espacios para que Brasil no estuviese cómoda.
Guilherme Arana fue el primero que puso a prueba los reflejos de “Memo” con un zurdazo en el 13’, y luego, un tiro libre potente de Dani Alves pasó por un costado de la barrera y ahí apareció, otra vez, Ochoa para atajar. Poco después, Douglas Luiz cayó dentro del área por un aparente “recargón” de Esquivel, el árbitro búlgaro Georgi Kabakov había pitado penal, pero se apoyó en el VAR y rectificó su decisión. En el 41’, Antuna y Romo se combinaron para llevar peligro sobre la meta de Ademar Barbosa, el de Cruz Azul remató y en el fondo desvió el portero brasileño. En la segunda mitad hubo pocas emociones, excepto un cabezazo de Richarlison que se estrelló contra el poste.
Los tiempos extra llegaron y ningún entrenador quiso arriesgar, prefirieron “girar la ruleta de cambios”, 10 en total, para más tarde, encarar la tanda de penales. Dani Alves, el mejor de la cancha, inició con un disparo que casi le adivina Ochoa, luego falló Eduardo Aguirre, Martinelli convirtió y Johan Vásquez volvió a errar para México, dejando el tablero 0-2 en contra. Bruno Guimares hizo lo propio, “Charly” Rodríguez dio esperanza y finalmente, Reinier consumó el pase de Brasil a la gran cita.
En el otro duelo, España deseaba volver a una final olímpica después de 21 años. La última vez fue en los juegos de Sidney 2000, pero en esa ocasión se quedaron con la Plata, antes, en Barcelona 1992, habían conquistado el Oro. Enfrente tenían a un rival duro, el anfitrión Japón, que llevaba entre ceja y ceja el objetivo de meterse a la final para pelear por una presea dorada en fútbol masculino, algo que nunca consiguieron.
Partido muy apretado, con pocos destellos, esporádicas ocasiones y si bien los ibéricos tuvieron mucho más el balón (68.8%), esto no les aseguró llegar con peligro sobre la meta Kosei Tani. Takefusa Kubo fue el único que se atrevió a rematar al arco español, pero le tapó Unai Simón. Todo cambió en el 115’, cuando Mikel Oyarzábal recibió un saque de banda, tocó para Marco Asensio y el del Real Madrid, sin pensarlo tanto, se giró metiendo un riflazo al palo lejano. Golazo, un verdadero golazo y Knock Out para los nipones.
Brasil y España definirán el primer y segundo lugar del fútbol masculino en Tokyo 2020. México y Japón lucharán por el Bronce. La final se juega el sábado, el tercer lugar se disputa el viernes. A madrugar de nuevo, pero con buen fútbol.
Los que madrugaron, o no durmieron, para ver el Brasil – México disfrutaron de un duelo con mucha intensidad, llegadas en ambos arcos e intervenciones notables de los guardametas, principalmente “Memo” Ochoa que tapó al menos dos clarísimas, pero a grandes rasgos, la “canarinha” fue mejor. Mantuvieron la posesión de balón (67,2%), manejaron el ritmo del partido, intentaron romper el cero de distintas formas e hicieron 12 disparos. El “Tri”, por su parte, priorizó el orden defensivo, la presión constante sobre el rival y trató de cubrir espacios para que Brasil no estuviese cómoda.
Guilherme Arana fue el primero que puso a prueba los reflejos de “Memo” con un zurdazo en el 13’, y luego, un tiro libre potente de Dani Alves pasó por un costado de la barrera y ahí apareció, otra vez, Ochoa para atajar. Poco después, Douglas Luiz cayó dentro del área por un aparente “recargón” de Esquivel, el árbitro búlgaro Georgi Kabakov había pitado penal, pero se apoyó en el VAR y rectificó su decisión. En el 41’, Antuna y Romo se combinaron para llevar peligro sobre la meta de Ademar Barbosa, el de Cruz Azul remató y en el fondo desvió el portero brasileño. En la segunda mitad hubo pocas emociones, excepto un cabezazo de Richarlison que se estrelló contra el poste.
Los tiempos extra llegaron y ningún entrenador quiso arriesgar, prefirieron “girar la ruleta de cambios”, 10 en total, para más tarde, encarar la tanda de penales. Dani Alves, el mejor de la cancha, inició con un disparo que casi le adivina Ochoa, luego falló Eduardo Aguirre, Martinelli convirtió y Johan Vásquez volvió a errar para México, dejando el tablero 0-2 en contra. Bruno Guimares hizo lo propio, “Charly” Rodríguez dio esperanza y finalmente, Reinier consumó el pase de Brasil a la gran cita.
En el otro duelo, España deseaba volver a una final olímpica después de 21 años. La última vez fue en los juegos de Sidney 2000, pero en esa ocasión se quedaron con la Plata, antes, en Barcelona 1992, habían conquistado el Oro. Enfrente tenían a un rival duro, el anfitrión Japón, que llevaba entre ceja y ceja el objetivo de meterse a la final para pelear por una presea dorada en fútbol masculino, algo que nunca consiguieron.
Partido muy apretado, con pocos destellos, esporádicas ocasiones y si bien los ibéricos tuvieron mucho más el balón (68.8%), esto no les aseguró llegar con peligro sobre la meta Kosei Tani. Takefusa Kubo fue el único que se atrevió a rematar al arco español, pero le tapó Unai Simón. Todo cambió en el 115’, cuando Mikel Oyarzábal recibió un saque de banda, tocó para Marco Asensio y el del Real Madrid, sin pensarlo tanto, se giró metiendo un riflazo al palo lejano. Golazo, un verdadero golazo y Knock Out para los nipones.
Brasil y España definirán el primer y segundo lugar del fútbol masculino en Tokyo 2020. México y Japón lucharán por el Bronce. La final se juega el sábado, el tercer lugar se disputa el viernes. A madrugar de nuevo, pero con buen fútbol.