Louis Van Gaal y su disciplinada “Naranja Mecánica” le demostraron a Estados Unidos cómo jugar con jerarquía, oficio y pegada en una ronda KO de Mundial. Argentina, por su parte, fue indudablemente mejor que Australia, pero le faltó rematar y en la última pudo pagarlo caro.
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
Los primeros duelos de Octavos de Final en la Copa del Mundo Qatar 2022 se manejaron bajo el marco de la lógica con Países Bajos y Argentina superando a Estados Unidos y Australia, respectivamente. ¿Hubo sobresaltos? Sí, pero nada suficiente como para generar una sorpresa mayúscula.
En el Khalifa International Stadium de Doha, la juvenil y entusiasta Selección de Estados Unidos se enfrentó a un combinado neerlandés que hizo gala de su disciplina táctica, transición a velocidad, manejo de circunstancias, y sobre todo pegada. Y es que sí, en los 10 minutos iniciales hubo dos ocasiones para anotar: Pulisic falló ante Noppert y Memphis liquidó a Turner, eso indica la certeza y calidad en definición entre uno y otro conjunto.
En cuestión de 5 toques, Países Bajos trasladó el balón desde el lateral izquierdo hasta el lateral derecho, y fue justamente Denzel Dumfries el que envió un centro para Memphis Depay (10’) que, de primera, conectó derechazo para el 1-0. El Team USA trató de pasar la página y hacer su fútbol con McKennie, Adams y Musah como orquestadores del mediocampo, pero su rival siempre estuvo muy atento en defensa, cuidando cada espacio y anulando las peligrosas incorporaciones de Dest y Robinson por las bandas.
USA pudo empatar, claro que sí, tuvo hasta 8 disparos a puerta en el partido, sin embargo le faltó precisión en el último tercio y Países Bajos la tuvo en demasía, tanto, que al 45+1’, Denzel Dumfries asistió a Daley Blind para el 2-0. Segunda pase clave para Denzel y Daley, como no podía ser de otra forma, lo celebró junto a su padre, Danny Blind, ex mundialista neerlandés.
Berhalter movió piezas. Le dio oportunidad a Haji Wright en lugar de Jesús Ferreira y el delantero del Antalyaspor encontró el descuento con un remate poco ortodoxo que se coló sobre el poste lejano de Noppert. La ventana de esperanza que se abrió con el 2-1 fue extinta 5’ minutos después con un balón cruzado de Blind para el arribo de Dumfries que, además de sentarse en el trono de MVP, liquidó el juego. 3-1.
Horas más tarde, Lionel Messi festejaba el partido 1000 de su carrera entre clubes y selección, y para conmemorarlo, se mandó un verdadero show frente a Australia. Los ‘socceroos’ plantearon dos líneas de cuatro bien juntitas y dos atacantes que iban frecuentemente a la marca, un muro que le estaba costando romper a la albiceleste, hasta que el genio frotó la lámpara, y tras ejecutar un tiro libre, pidió el balón, tocó con Mac Allister y la fue a buscar, el del Brighton habilitó a Otamendi y este le dejó en bandeja al ‘10’ para definir suave ante Mathew Ryan. 1-0.
La ventaja de Argentina obligó a que Australia tomara la iniciativa y saliera por el empate, y en ese intento por armar la acción desde atrás con el guardameta, se equivocaron muy grave. Ryan quiso driblar ante la presión de De Paul y la pelota le quedó a Julián para el 2-0. Un disparo que se desvió en Enzo Fernández significó el 2-1 final, pero Argentina con Lionel tuvo para más…
Cuando Australia dejaba espacio, él encaraba con la pelota al pie y habilitaba siempre al compañero mejor posicionado. A Lautaro Martínez le puso dos “bombones” y, lamentablemente por el recital de Messi, falló las dos, de lo contrario, habría agregado más datos y números a la exhibición. Fueron 90 minutos, 52/58 pases (90%), 4 oportunidades creadas, 5 disparos, 3 recuperaciones, 2 faltas recibidas, 1 gol… Todo en su partido 1000, con 35 años. Por cierto, también superó a Maradona con 9 goles en Mundiales y está a 1 del máximo anotador, Gabriel Omar Batistuta.
Ahora, se viene Países Bajos – Argentina en Cuartos de Final. De poder a poder.
En el Khalifa International Stadium de Doha, la juvenil y entusiasta Selección de Estados Unidos se enfrentó a un combinado neerlandés que hizo gala de su disciplina táctica, transición a velocidad, manejo de circunstancias, y sobre todo pegada. Y es que sí, en los 10 minutos iniciales hubo dos ocasiones para anotar: Pulisic falló ante Noppert y Memphis liquidó a Turner, eso indica la certeza y calidad en definición entre uno y otro conjunto.
En cuestión de 5 toques, Países Bajos trasladó el balón desde el lateral izquierdo hasta el lateral derecho, y fue justamente Denzel Dumfries el que envió un centro para Memphis Depay (10’) que, de primera, conectó derechazo para el 1-0. El Team USA trató de pasar la página y hacer su fútbol con McKennie, Adams y Musah como orquestadores del mediocampo, pero su rival siempre estuvo muy atento en defensa, cuidando cada espacio y anulando las peligrosas incorporaciones de Dest y Robinson por las bandas.
USA pudo empatar, claro que sí, tuvo hasta 8 disparos a puerta en el partido, sin embargo le faltó precisión en el último tercio y Países Bajos la tuvo en demasía, tanto, que al 45+1’, Denzel Dumfries asistió a Daley Blind para el 2-0. Segunda pase clave para Denzel y Daley, como no podía ser de otra forma, lo celebró junto a su padre, Danny Blind, ex mundialista neerlandés.
Berhalter movió piezas. Le dio oportunidad a Haji Wright en lugar de Jesús Ferreira y el delantero del Antalyaspor encontró el descuento con un remate poco ortodoxo que se coló sobre el poste lejano de Noppert. La ventana de esperanza que se abrió con el 2-1 fue extinta 5’ minutos después con un balón cruzado de Blind para el arribo de Dumfries que, además de sentarse en el trono de MVP, liquidó el juego. 3-1.
Horas más tarde, Lionel Messi festejaba el partido 1000 de su carrera entre clubes y selección, y para conmemorarlo, se mandó un verdadero show frente a Australia. Los ‘socceroos’ plantearon dos líneas de cuatro bien juntitas y dos atacantes que iban frecuentemente a la marca, un muro que le estaba costando romper a la albiceleste, hasta que el genio frotó la lámpara, y tras ejecutar un tiro libre, pidió el balón, tocó con Mac Allister y la fue a buscar, el del Brighton habilitó a Otamendi y este le dejó en bandeja al ‘10’ para definir suave ante Mathew Ryan. 1-0.
La ventaja de Argentina obligó a que Australia tomara la iniciativa y saliera por el empate, y en ese intento por armar la acción desde atrás con el guardameta, se equivocaron muy grave. Ryan quiso driblar ante la presión de De Paul y la pelota le quedó a Julián para el 2-0. Un disparo que se desvió en Enzo Fernández significó el 2-1 final, pero Argentina con Lionel tuvo para más…
Cuando Australia dejaba espacio, él encaraba con la pelota al pie y habilitaba siempre al compañero mejor posicionado. A Lautaro Martínez le puso dos “bombones” y, lamentablemente por el recital de Messi, falló las dos, de lo contrario, habría agregado más datos y números a la exhibición. Fueron 90 minutos, 52/58 pases (90%), 4 oportunidades creadas, 5 disparos, 3 recuperaciones, 2 faltas recibidas, 1 gol… Todo en su partido 1000, con 35 años. Por cierto, también superó a Maradona con 9 goles en Mundiales y está a 1 del máximo anotador, Gabriel Omar Batistuta.
Ahora, se viene Países Bajos – Argentina en Cuartos de Final. De poder a poder.