El cuestionado entrenador, Luis Enrique Martínez, validó sus decisiones y calló bocas con una sólida victoria en el Giuseppe Meazza ante el vigente campeón de Europa, metiéndose a la gran final de la Liga de Naciones. La dupla Oyarzábal – Ferran liquidó a una azzurra que se debilitó con la roja de Bonucci.
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
Dos de los planteles más competitivos del viejo continente, se volvieron a ver las caras por las semifinales de la UEFA Nations League. Italia y España se midieron en un partido a muerte disputado en el Giuseppe Meazza, similar al ejecutado en Wembley durante la Eurocopa, pero esta vez no se requirió de la tanda de penales para definir a un ganador.
La azzurra llegó con 37 partidos sin caer, 3 y 25 días años invicta, una racha monumental que le daba a los dirigidos por Roberto Mancini el cartel de favorita para avanzar. Al otro extremo, Luis Enrique fue duramente cuestionado por los jugadores que convocó para esta fecha FIFA, entre ellos, juveniles como Gavi y Yeremi Pino, de 17 y 18 años, respectivamente. En cualquier caso, por nombres, por estrategia, por nivel, por rivalidad, por contexto, por cada detalle, se auguraba un partidazo, y lo fue…
Desde el minuto 5’, Italia llevó peligro con un disparo lejano de Nicolo Barella que le picó antes a Unai Simón, pero el guardameta del Athletic Club la rechazó hacia un costado. Luego, al 12’, una combinación entre Marcos Alonso y Pablo Sarabia, terminó en una asistencia para Mikel Oyarzábal, y justo cuando el atacante de la Real Sociedad tiró al arco, ahí se interpuso Bastoni evitando un muy probable 0-1… Sin embargo, el gol no tardó mucho en aparecer porque al 17’, Oyarzábal se escapó por la banda y mandó un centro perfecto para la velocidad de Ferran Torres que conectó de pierna derecha y se la puso lejos a Donnarumma.
Con la ventaja a su favor, la Roja se sintió cómoda y apretó por el segundo con un remate potente de Marcos Alonso que Donnarumma intentó controlar, pero se le escurrió entre las manos, pegó en el poste y Bonucci llegó al cierre antes que los españoles la concretaran. La situación se le puso cuesta arriba a Italia cuando Leo Bonucci peleó un balón aéreo con Sergio Busquets y el codo del defensor italiano se topó con el rostro del mediocampista español. El árbitro ruso Sergei Karasev estaba atento a la acción, y no dudó en mostrar la segunda cartulina amarilla para Bonucci, dejando con 10 a la “nazionale”.
España aprovechó esa superioridad numérica y volvió a pegar antes irse al descanso con la dupla Oyarzábal – Ferran. El “21” se safó de la marca y tuvo el tiempo necesario para enviar un centro templado, de izquierda a derecha, donde apareció el “11” para meter un frentazo a contrapié de Donnarumma. 0-2, baldazo de agua fría, momento crítico para Italia y dulce para la Roja, dudas para Mancini, aciertos para Luis Enrique… El invicto estaba cayendo.
Ya en la segunda mitad, España se dedicó a hacer lo que mejor hace desde hace años, cuidar el balón, evitar ser sorprendido y jugar con la presión del rival, hasta el 83’, cuando a la salida de un córner, los italianos despejaron, Chiesa robó en velocidad y se enfiló al arco acompañado por Lorenzo Pellegrini, el de la Juventus no fue egoísta y asistió al de la Roma para el 1-2 definitivo, porque luego, no hubo más ocasiones para destacar.
España triunfó en Milano. Adiós a las críticas para Luis Enrique. Cachetazo para el monarca europeo. Y clasificación para la final de Nations League del próximo domingo, solo esperan rival entre Bélgica y Francia.
La azzurra llegó con 37 partidos sin caer, 3 y 25 días años invicta, una racha monumental que le daba a los dirigidos por Roberto Mancini el cartel de favorita para avanzar. Al otro extremo, Luis Enrique fue duramente cuestionado por los jugadores que convocó para esta fecha FIFA, entre ellos, juveniles como Gavi y Yeremi Pino, de 17 y 18 años, respectivamente. En cualquier caso, por nombres, por estrategia, por nivel, por rivalidad, por contexto, por cada detalle, se auguraba un partidazo, y lo fue…
Desde el minuto 5’, Italia llevó peligro con un disparo lejano de Nicolo Barella que le picó antes a Unai Simón, pero el guardameta del Athletic Club la rechazó hacia un costado. Luego, al 12’, una combinación entre Marcos Alonso y Pablo Sarabia, terminó en una asistencia para Mikel Oyarzábal, y justo cuando el atacante de la Real Sociedad tiró al arco, ahí se interpuso Bastoni evitando un muy probable 0-1… Sin embargo, el gol no tardó mucho en aparecer porque al 17’, Oyarzábal se escapó por la banda y mandó un centro perfecto para la velocidad de Ferran Torres que conectó de pierna derecha y se la puso lejos a Donnarumma.
Con la ventaja a su favor, la Roja se sintió cómoda y apretó por el segundo con un remate potente de Marcos Alonso que Donnarumma intentó controlar, pero se le escurrió entre las manos, pegó en el poste y Bonucci llegó al cierre antes que los españoles la concretaran. La situación se le puso cuesta arriba a Italia cuando Leo Bonucci peleó un balón aéreo con Sergio Busquets y el codo del defensor italiano se topó con el rostro del mediocampista español. El árbitro ruso Sergei Karasev estaba atento a la acción, y no dudó en mostrar la segunda cartulina amarilla para Bonucci, dejando con 10 a la “nazionale”.
España aprovechó esa superioridad numérica y volvió a pegar antes irse al descanso con la dupla Oyarzábal – Ferran. El “21” se safó de la marca y tuvo el tiempo necesario para enviar un centro templado, de izquierda a derecha, donde apareció el “11” para meter un frentazo a contrapié de Donnarumma. 0-2, baldazo de agua fría, momento crítico para Italia y dulce para la Roja, dudas para Mancini, aciertos para Luis Enrique… El invicto estaba cayendo.
Ya en la segunda mitad, España se dedicó a hacer lo que mejor hace desde hace años, cuidar el balón, evitar ser sorprendido y jugar con la presión del rival, hasta el 83’, cuando a la salida de un córner, los italianos despejaron, Chiesa robó en velocidad y se enfiló al arco acompañado por Lorenzo Pellegrini, el de la Juventus no fue egoísta y asistió al de la Roma para el 1-2 definitivo, porque luego, no hubo más ocasiones para destacar.
España triunfó en Milano. Adiós a las críticas para Luis Enrique. Cachetazo para el monarca europeo. Y clasificación para la final de Nations League del próximo domingo, solo esperan rival entre Bélgica y Francia.