El francés Karim Benzema y el suizo Haris Seferovic fueron determinantes en las victorias de sus selecciones ante Honduras y Ecuador, respectivamente, que sucumbieron ante la lógica de los dos equipos más poderosos del grupo E.
El primer partido de la jornada era el más igualado de los dos. Ecuador, con unos jugadores muy físicos y talentosos iba a poner las cosas muy difíciles a Suiza.
Es el mejor candidato para romper la cordura que debería imperar con Francia y Suiza.
Una victoria ante los helvéticos no era una idea descabellada y a punto estuvieron de conseguirla.
Para Ecuador era una final. Lo anunciaron durante toda la semana.
Su rival para pasar a octavos era el cuadro de Ottmar Hitzfeld y la prueba era dura.
Se quedaron a las puertas de sumar al menos un punto, pero Seferovic lo impidió en el último minuto del partido. Tras el tanto inicial de Enner Valencia para los sudamericanos, Suiza se volcó para conseguir un empate que llegó con un remate de Admir Mehmedi.
El técnico de Ecuador, Reinaldo Rueda, insistió e insistió en los días previos al duelo del peligro por alto de Suiza. Tanta insistencia no tuvo éxito y sus hombres recibieron un gol a la salida de un córner.
Después, Ecuador, aunque se lanzó al ataque y tuvo ocasiones para llevarse los tres puntos, fue Seferovic, en un arrebato final, el héroe del partido y de Suiza, que sin jugar mucho mejor, se llevó todo el botín y un liderato momentáneo.
Se lo quitó Francia dos horas después con una victoria fácil frente a Honduras. En ella, Benzema, acostumbrado a recibir críticas de sus aficionados y de la prensa, consiguió callar algunas bocas con una actuación sobresaliente.
Aunque estuvo casi desaparecido durante toda la primera parte, resurgió a partir del penalti que transformó al final del acto inicial. Esa jugada fue clave.
Honduras, acusada de ser violenta por los galos, vio como Wilson Palacios fue expulsado por doble amonestación.
La primera, por una patada muy dura a Paul Pogba y la segunda por un penalti sobre el mismo jugador.
Con un futbolista más y con Benzema recuperado después de marcar el penalti, Francia acabó con un equipo que sólo disparó una vez entre los tres palos.
El delantero del Real Madrid fue protagonista en los dos siguientes tantos de su selección.
En el segundo, remató el balón al poste y el portero de Honduras, Noel Valladares, se lo metió en su portería de manera dudosa. Por primera vez se utilizó la tecnología de gol de la FIFA y se hizo con polémica.
Los marcadores del estadio Beira-Rio de Porto Alegre enseñaron primero una imagen en la que el balón no traspasaba la línea. Esa era la equivocada. Mostró la que siguió al remate al poste del Benzema.
Después, enseñó la de verdad, en la que se veía como el rechace del guardameta de Honduras servía para introducir la pelota en su contra.
El técnico de Honduras, Luis Fernando Suárez, se enfadó con aspavientos.
Creyó que la primera toma era la de verdad. Benzema, ajeno a todos esos líos, remató su tarde con un buen gol, el tercero, con un remate desde dentro del área de Honduras.
Fue la sentencia de Francia y la pequeña venganza de Benzema, que dirigió a su equipo hacia el liderato e impuso la lógica de un grupo que está bien encarrilado para galos y helvéticos.
Es el mejor candidato para romper la cordura que debería imperar con Francia y Suiza.
Una victoria ante los helvéticos no era una idea descabellada y a punto estuvieron de conseguirla.
Para Ecuador era una final. Lo anunciaron durante toda la semana.
Su rival para pasar a octavos era el cuadro de Ottmar Hitzfeld y la prueba era dura.
Se quedaron a las puertas de sumar al menos un punto, pero Seferovic lo impidió en el último minuto del partido. Tras el tanto inicial de Enner Valencia para los sudamericanos, Suiza se volcó para conseguir un empate que llegó con un remate de Admir Mehmedi.
El técnico de Ecuador, Reinaldo Rueda, insistió e insistió en los días previos al duelo del peligro por alto de Suiza. Tanta insistencia no tuvo éxito y sus hombres recibieron un gol a la salida de un córner.
Después, Ecuador, aunque se lanzó al ataque y tuvo ocasiones para llevarse los tres puntos, fue Seferovic, en un arrebato final, el héroe del partido y de Suiza, que sin jugar mucho mejor, se llevó todo el botín y un liderato momentáneo.
Se lo quitó Francia dos horas después con una victoria fácil frente a Honduras. En ella, Benzema, acostumbrado a recibir críticas de sus aficionados y de la prensa, consiguió callar algunas bocas con una actuación sobresaliente.
Aunque estuvo casi desaparecido durante toda la primera parte, resurgió a partir del penalti que transformó al final del acto inicial. Esa jugada fue clave.
Honduras, acusada de ser violenta por los galos, vio como Wilson Palacios fue expulsado por doble amonestación.
La primera, por una patada muy dura a Paul Pogba y la segunda por un penalti sobre el mismo jugador.
Con un futbolista más y con Benzema recuperado después de marcar el penalti, Francia acabó con un equipo que sólo disparó una vez entre los tres palos.
El delantero del Real Madrid fue protagonista en los dos siguientes tantos de su selección.
En el segundo, remató el balón al poste y el portero de Honduras, Noel Valladares, se lo metió en su portería de manera dudosa. Por primera vez se utilizó la tecnología de gol de la FIFA y se hizo con polémica.
Los marcadores del estadio Beira-Rio de Porto Alegre enseñaron primero una imagen en la que el balón no traspasaba la línea. Esa era la equivocada. Mostró la que siguió al remate al poste del Benzema.
Después, enseñó la de verdad, en la que se veía como el rechace del guardameta de Honduras servía para introducir la pelota en su contra.
El técnico de Honduras, Luis Fernando Suárez, se enfadó con aspavientos.
Creyó que la primera toma era la de verdad. Benzema, ajeno a todos esos líos, remató su tarde con un buen gol, el tercero, con un remate desde dentro del área de Honduras.
Fue la sentencia de Francia y la pequeña venganza de Benzema, que dirigió a su equipo hacia el liderato e impuso la lógica de un grupo que está bien encarrilado para galos y helvéticos.