EFE - La selección de Costa Rica viajó hoy a Brasil con el objetivo de romper los pronósticos que le dan pocas posibilidades de clasificar a la segunda ronda al estar ubicado en el llamado "grupo de la muerte" junto a Inglaterra, Uruguay e Italia.
Los 23 jugadores, el seleccionador Jorge Luis Pinto, y el resto del cuerpo técnico, que no dieron declaraciones en el aeropuerto, fueron despedidos por un grupo de familiares y aficionados vestidos con las camisetas rojas alusivas al equipo costarricense.
El equipo realizó su último entrenamiento en Costa Rica ayer domingo y este lunes tomaron el vuelo hacia el sitio de concentración en Brasil, la ciudad de Santos, estado de Sao Paulo, donde se prevé que los ticos lleguen a eso de las 23.30 hora local. La selección costarricense asistirá a su cuarto mundial y espera dar una sorpresa ante los tres campeones del mundo que deberá enfrentar en el Grupo D.
"Estamos claros que los rivales son difíciles, pero confiamos en nuestras capacidades, sabemos que se puede y vamos con esa convicción.
Hoy en día las distancias se han acortado, un buen partido se puede hacer y podemos darle la sorpresa a muchos", expresó el asistente técnico Luis Marín, en declaraciones recogidas en la página de la Federación Costarricense de Fútbol.
El delantero del Kuban Krasnodar ruso, Marco Ureña, también mostró su positivismo y afirmó que el equipo tiene la meta clara de tener un papel histórico.
"Conocemos nuestras capacidades y eso nos motiva para saber que podemos hacer historia desde al arranque del Mundial", expresó.
Costa Rica adolecerá en el Mundial las ausencias por lesión del lateral izquierdo del Everton inglés, Bryan Oviedo, y del delantero centro del Real Salt Lake estadounidense, Álvaro Saborío, uno de los jugadores más experimentados del país.
Los ticos cifran sus esperanzas en que el portero del Levante español, Keylor Navas, mantenga en el Mundial el extraordinario nivel que mostró la reciente campaña y que lo llevó a convertirse en uno de los mejores guardametas de la Liga española.
En el ataque, Costa Rica apostará por la magia de los talentosos zurdos Joel Campbell, ficha del Arsenal inglés, y Bryan Ruiz, del Fulham, de esa misma liga.
Campbell jugó la temporada pasada a préstamo en el Olympiakos griego y fue una de las principales figuras de su equipo en la liga local y el la Liga de Campeones. Por su parte, Bryan Ruiz militó el primer semestre del año como cedido en el PSV holandés.
Costa Rica ha jugador los Mundiales de Italia 90, Corea del Sur-Japón 2002 y Alemania 2006, pero solo en el primero de ellos logró avanzar a una segunda ronda, en la que fue eliminada por Checoslovaquia.
El objetivo del equipo es al menos igualar lo realizado en 1990, una misión que en teoría se prevé muy difícil por la calidad y el cartel de los rivales que enfrentará en Brasil. Los ticos debutarán el próximo sábado ante Uruguay, el día 20 de junio se medirá a Italia y el 24 a Inglaterra.
El equipo realizó su último entrenamiento en Costa Rica ayer domingo y este lunes tomaron el vuelo hacia el sitio de concentración en Brasil, la ciudad de Santos, estado de Sao Paulo, donde se prevé que los ticos lleguen a eso de las 23.30 hora local. La selección costarricense asistirá a su cuarto mundial y espera dar una sorpresa ante los tres campeones del mundo que deberá enfrentar en el Grupo D.
"Estamos claros que los rivales son difíciles, pero confiamos en nuestras capacidades, sabemos que se puede y vamos con esa convicción.
Hoy en día las distancias se han acortado, un buen partido se puede hacer y podemos darle la sorpresa a muchos", expresó el asistente técnico Luis Marín, en declaraciones recogidas en la página de la Federación Costarricense de Fútbol.
El delantero del Kuban Krasnodar ruso, Marco Ureña, también mostró su positivismo y afirmó que el equipo tiene la meta clara de tener un papel histórico.
"Conocemos nuestras capacidades y eso nos motiva para saber que podemos hacer historia desde al arranque del Mundial", expresó.
Costa Rica adolecerá en el Mundial las ausencias por lesión del lateral izquierdo del Everton inglés, Bryan Oviedo, y del delantero centro del Real Salt Lake estadounidense, Álvaro Saborío, uno de los jugadores más experimentados del país.
Los ticos cifran sus esperanzas en que el portero del Levante español, Keylor Navas, mantenga en el Mundial el extraordinario nivel que mostró la reciente campaña y que lo llevó a convertirse en uno de los mejores guardametas de la Liga española.
En el ataque, Costa Rica apostará por la magia de los talentosos zurdos Joel Campbell, ficha del Arsenal inglés, y Bryan Ruiz, del Fulham, de esa misma liga.
Campbell jugó la temporada pasada a préstamo en el Olympiakos griego y fue una de las principales figuras de su equipo en la liga local y el la Liga de Campeones. Por su parte, Bryan Ruiz militó el primer semestre del año como cedido en el PSV holandés.
Costa Rica ha jugador los Mundiales de Italia 90, Corea del Sur-Japón 2002 y Alemania 2006, pero solo en el primero de ellos logró avanzar a una segunda ronda, en la que fue eliminada por Checoslovaquia.
El objetivo del equipo es al menos igualar lo realizado en 1990, una misión que en teoría se prevé muy difícil por la calidad y el cartel de los rivales que enfrentará en Brasil. Los ticos debutarán el próximo sábado ante Uruguay, el día 20 de junio se medirá a Italia y el 24 a Inglaterra.