EFE - Ecuador abandona hoy el Mundial de Brasil sin arriesgar mucho y desperdiciando todo lo que encontró en el estadio Maracaná para cambiar su suerte al empatar 0-0 con una Francia impetuosa sobre el final y Karim Benzema vestido de director de orquesta pero que no contaban con el muro de Alexander Domínguez.
El guardameta ecuatoriano paró de todo lo que Benzema, Sissoko, Griezman, Giroud y Pogba le lanzaron mientras adelante sus compañeros desperdiciaron cuanto contragolpe lanzaron ante una defensa desordenada.
Ni siquiera la brutal falta de Antonio Valencia sobre la pierna izquierda del lateral Digne que le costó a los 50 minutos la roja directa, la segunda expulsión en los últimos cuatro partidos de Ecuador, sirven para excusar la suerte de los ecuatorianos.
Como peleadores en callejeros trataron de hacerse con un partido en el que lo que más necesitaban era goles, los mismos que marcó Suiza a la misma hora en Manaos, a 2.850 kilómetros de distancia de Río de Janeiro.
Cristhian Noboa, Enner Valencia, Jefferson Montero, Michel Arroyo y Alex Ibarra se sumaron al festín del desperdicio en el segundo tiempo, curiosamente cuando Ecuador quedó con diez jugadores y lució más ofensivo.
El guardameta Hugo Lloris también sacó hoy nota alta en un equipo que se verá las caras en octavos de final como líder del grupo E frente a Nigeria, la escolta de Argentina en esa llave.
Con la ventaja numérica, Karim Benzema se retrasó unos metros para jugar como pasador. Matuidi desperdició por mala puntería dos asistencias del astro del Real Madrid, que además de flotar como pivote, sorprendía con remates francos.
El partido ganaba así una figura clara. Arroyo e Ibarra tuvieron sobre el final las más claras pero no entró por culpa de las manoplas de Lloris.
El primer tiempo, muy físico, de poder a poder, poco dejó para el espectáculo y mucho tuvo que ver al final con la eliminación de los ecuatorianos. La cabeza de Noboa ensangrentada tras un choque que no podía ocultar una redecilla resumió la tónica que marcó la presencia de un equipo clasificado que aprovechó la última jornada para probar fórmulas y darle vuelo a varios jugadores, y uno necesitado, pero temeroso del poder de fuego exhibido por los Bleus al destrozar con ocho goles a sus dos primeros rivales.
El primer contacto ríspido terminó con un tempranero codazo del zaguero del Liverpool Mamadou Sakho al goleador del Pachuca Enner Valencia, que escapó a la vista del árbitro marfileño Normadiez Doue. Y a continuación las interrupciones reiteradas dejaron la sensación de que el estadio Maracaná se había abierto a un partido de rugby.
Guagua derriba a Matuidi, Sagna cobra factura a Ayoví, Sakho se ensaña contra Antonio Valencia, Arroyo no se la perdona a Pogba... Codos, brazos, cabezas fueron esgrimidas una y otra vez. Y en los intervalos de cada desarme, de cada obstrucción, emergió el fútbol para pagar a la afición que colmó los graderíos.
El más claro para los ecuatorianos lo tuvo con un cabezazo Enner Valencia y murió en los pies de Hugo Lloris. Benzemá dejó su tarjeta de visita a los 43 minutos con un remate ajustado al vertical izquierdo donde esperaba Dominguez.
Pero antes los Bleus habían promovido dos escaramuzas. La primera opción seria la tuvo Pogba con un cabezazo en el área a la salida de un córner desde la izquierda pero el arquero voló para enviar el balón encima del horizontal. Y un remate de Sissoko a puerta sin dejar caer el balón que le llovió en la derecha obligó de nuevo a Domínguez a intervenir sin apuro.
Montero y Arroyo intentaron tras sendas triangulaciones vistosas que partieron desde la mitad de la cancha pero sus remates llegaron blanditos a las manos de Lloris.
Ni siquiera la brutal falta de Antonio Valencia sobre la pierna izquierda del lateral Digne que le costó a los 50 minutos la roja directa, la segunda expulsión en los últimos cuatro partidos de Ecuador, sirven para excusar la suerte de los ecuatorianos.
Como peleadores en callejeros trataron de hacerse con un partido en el que lo que más necesitaban era goles, los mismos que marcó Suiza a la misma hora en Manaos, a 2.850 kilómetros de distancia de Río de Janeiro.
Cristhian Noboa, Enner Valencia, Jefferson Montero, Michel Arroyo y Alex Ibarra se sumaron al festín del desperdicio en el segundo tiempo, curiosamente cuando Ecuador quedó con diez jugadores y lució más ofensivo.
El guardameta Hugo Lloris también sacó hoy nota alta en un equipo que se verá las caras en octavos de final como líder del grupo E frente a Nigeria, la escolta de Argentina en esa llave.
Con la ventaja numérica, Karim Benzema se retrasó unos metros para jugar como pasador. Matuidi desperdició por mala puntería dos asistencias del astro del Real Madrid, que además de flotar como pivote, sorprendía con remates francos.
El partido ganaba así una figura clara. Arroyo e Ibarra tuvieron sobre el final las más claras pero no entró por culpa de las manoplas de Lloris.
El primer tiempo, muy físico, de poder a poder, poco dejó para el espectáculo y mucho tuvo que ver al final con la eliminación de los ecuatorianos. La cabeza de Noboa ensangrentada tras un choque que no podía ocultar una redecilla resumió la tónica que marcó la presencia de un equipo clasificado que aprovechó la última jornada para probar fórmulas y darle vuelo a varios jugadores, y uno necesitado, pero temeroso del poder de fuego exhibido por los Bleus al destrozar con ocho goles a sus dos primeros rivales.
El primer contacto ríspido terminó con un tempranero codazo del zaguero del Liverpool Mamadou Sakho al goleador del Pachuca Enner Valencia, que escapó a la vista del árbitro marfileño Normadiez Doue. Y a continuación las interrupciones reiteradas dejaron la sensación de que el estadio Maracaná se había abierto a un partido de rugby.
Guagua derriba a Matuidi, Sagna cobra factura a Ayoví, Sakho se ensaña contra Antonio Valencia, Arroyo no se la perdona a Pogba... Codos, brazos, cabezas fueron esgrimidas una y otra vez. Y en los intervalos de cada desarme, de cada obstrucción, emergió el fútbol para pagar a la afición que colmó los graderíos.
El más claro para los ecuatorianos lo tuvo con un cabezazo Enner Valencia y murió en los pies de Hugo Lloris. Benzemá dejó su tarjeta de visita a los 43 minutos con un remate ajustado al vertical izquierdo donde esperaba Dominguez.
Pero antes los Bleus habían promovido dos escaramuzas. La primera opción seria la tuvo Pogba con un cabezazo en el área a la salida de un córner desde la izquierda pero el arquero voló para enviar el balón encima del horizontal. Y un remate de Sissoko a puerta sin dejar caer el balón que le llovió en la derecha obligó de nuevo a Domínguez a intervenir sin apuro.
Montero y Arroyo intentaron tras sendas triangulaciones vistosas que partieron desde la mitad de la cancha pero sus remates llegaron blanditos a las manos de Lloris.