EFE - Un agónico gol de Lionel Messi le dio a la Argentina un triunfo por 1-0 ante Irán y la consecuente clasificación a los octavos de final del Mundial de Brasil.
En una desconcertante actuación donde no funcionó el esquema ofensivo con los 4 Fantásticos en cancha, el astro del fútbol mundial ensayó un disparo en el minuto 91 para darle un esforzado triunfo a la selección albiceleste.
Con un ambiente excepcional con más de 35.000 simpatizantes argentinos, y luego de 90 minutos de resistencia iraní, la selección argentina festejó con la aparición final de su gran figura.
El primer tiempo comenzó con complicaciones para la delantera albiceleste, que encontró un hermetismo defensivo por parte de los iraníes, tal cual había advertido su técnico.
Dos alertas con golpes de cabeza de Jalal Hosseini fueron advertencias suficientes para la defensa argentina, tan cuestionada en la previa de este Mundial.
Las combinaciones por izquierda de Marcos Rojo, Ángel Di María y Sergio Agüero no encontraban profundidad ni tampoco la definición necesaria para vulnerar el cero del arco rival.
Al minuto 13, la selección albiceleste tuvo su situación más clara con un pase en profundidad de Di María para Gonzalo Higuaín, cuyo remate fue contenido en una gran reacción por el portero Alireza Haghighi.
Siete minutos después, tras una buena combinación de Di María e Higuaín, la pelota derivó en Sergio Agüero que ensayó un disparo que, en otra salvada providencial, despejó Haghighi.
La concentración que el técnico Queiroz le pidió a sus jugadores durante la conferencia de ayer se expresó en cada pelota que disputaba cada jugador del seleccionado iraní.
El mediocampo con Masoud Shojaei, Andranik Timotian, Javad Nekounam y Ehsan Haji Safi fue la primera línea defensiva que no dejó moverse con tranquilidad a un rival, con circulación de balón pero pocas ideas para vulnerar la 'muralla iraní'.
Las otras opciones del conjunto sudamericano fueron a través de golpes de cabeza de sus defensores, primero Marcos Rojo, luego Federico Fernández y Ezequiel Garay.
Sin embargo, la poca puntería del equipo argentino dejó el marcador en blanco que, ni Messi de tiro libre, pudo vulnerar para dejar sembrar preocupación de cara al segundo tiempo.
Y esa sensación se transformó en el segundo tiempo en angustia porque a la imposibilidad para abrir el marcador se sumó el atrevimiento de los iraníes, que sentían la posibilidad de hacer aún más historia.
Con un ambiente excepcional con más de 35.000 simpatizantes argentinos, y luego de 90 minutos de resistencia iraní, la selección argentina festejó con la aparición final de su gran figura.
El primer tiempo comenzó con complicaciones para la delantera albiceleste, que encontró un hermetismo defensivo por parte de los iraníes, tal cual había advertido su técnico.
Dos alertas con golpes de cabeza de Jalal Hosseini fueron advertencias suficientes para la defensa argentina, tan cuestionada en la previa de este Mundial.
Las combinaciones por izquierda de Marcos Rojo, Ángel Di María y Sergio Agüero no encontraban profundidad ni tampoco la definición necesaria para vulnerar el cero del arco rival.
Al minuto 13, la selección albiceleste tuvo su situación más clara con un pase en profundidad de Di María para Gonzalo Higuaín, cuyo remate fue contenido en una gran reacción por el portero Alireza Haghighi.
Siete minutos después, tras una buena combinación de Di María e Higuaín, la pelota derivó en Sergio Agüero que ensayó un disparo que, en otra salvada providencial, despejó Haghighi.
La concentración que el técnico Queiroz le pidió a sus jugadores durante la conferencia de ayer se expresó en cada pelota que disputaba cada jugador del seleccionado iraní.
El mediocampo con Masoud Shojaei, Andranik Timotian, Javad Nekounam y Ehsan Haji Safi fue la primera línea defensiva que no dejó moverse con tranquilidad a un rival, con circulación de balón pero pocas ideas para vulnerar la 'muralla iraní'.
Las otras opciones del conjunto sudamericano fueron a través de golpes de cabeza de sus defensores, primero Marcos Rojo, luego Federico Fernández y Ezequiel Garay.
Sin embargo, la poca puntería del equipo argentino dejó el marcador en blanco que, ni Messi de tiro libre, pudo vulnerar para dejar sembrar preocupación de cara al segundo tiempo.
Y esa sensación se transformó en el segundo tiempo en angustia porque a la imposibilidad para abrir el marcador se sumó el atrevimiento de los iraníes, que sentían la posibilidad de hacer aún más historia.
Un abúlico Lionel Messi enojado consigo mismo, junto con los erráticos Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero en ofensiva, sumado al híbrido Ángel Di María daban la imagen más desdibujada de los 4 Fantásticos.
En los primeros minutos de este complemento además Irán tuvo las mejores opciones para quebrar el cero del marcador. A los 53 una gran jugada del jugador de Las Palmas Masoud Shojaei derivó en una habilitación para Sadeghi que envió un centro que fue conectado por Reza Ghoochannejad y que exigió una gran respuesta del portero Sergio Romero.
Y luego un disparo de Ehsan Haji Safi se desvía en Pablo Zabaleta y se va cerca de la portería albiceleste. Mientras tanto Lionel Messi dispuso a los 59 de una posibilidad de frente al arco pero su remate se fue apenas desviado, al igual que un tiro libre que ejecutó minutos después.
Luego de 76 minutos con los 4 Fantásticos en campo, el técnico Alejandro Sabella echó mano al recambio ofensivo con los ingresos de Rodrigo Palacio y Ezequiel Lavezzi por Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, para buscar un mejor acompañamiento para Messi.
Por su parte, el portugués Queiroz dio ingreso a Khosro Heydari y Reza Haghighi en lugar de Masoud y Ehsan Haji Safi, para oxigenar un mediocampo con gran desgaste físico.
Un golpe de cabeza frontal de Palacio que despejó Haghighi de un lago y una corrida de Ghoochannejad que desvió Romero del otro impidieron en los últimos minutos que el marcador se abriera.
Cuando el histórico empate de Irán parecía sellado, Lionel Messi recibió una pelota en el borde del área y con un remate espléndido convirtió el único tanto del partido.
El final fue con festejo de los simpatizantes argentinos, que viajarán a Porto Alegre a enfrentar a Nigeria con la tranquilidad de la clasificación pero con la preocupación de todavía no encontrar un funcionamiento como equipo.
Por su parte, Irán luego de su empate con los africanos y esta gran presentación ante la Argentina se medirá con Bosnia-Herzegovina para definir su futuro.
En los primeros minutos de este complemento además Irán tuvo las mejores opciones para quebrar el cero del marcador. A los 53 una gran jugada del jugador de Las Palmas Masoud Shojaei derivó en una habilitación para Sadeghi que envió un centro que fue conectado por Reza Ghoochannejad y que exigió una gran respuesta del portero Sergio Romero.
Y luego un disparo de Ehsan Haji Safi se desvía en Pablo Zabaleta y se va cerca de la portería albiceleste. Mientras tanto Lionel Messi dispuso a los 59 de una posibilidad de frente al arco pero su remate se fue apenas desviado, al igual que un tiro libre que ejecutó minutos después.
Luego de 76 minutos con los 4 Fantásticos en campo, el técnico Alejandro Sabella echó mano al recambio ofensivo con los ingresos de Rodrigo Palacio y Ezequiel Lavezzi por Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, para buscar un mejor acompañamiento para Messi.
Por su parte, el portugués Queiroz dio ingreso a Khosro Heydari y Reza Haghighi en lugar de Masoud y Ehsan Haji Safi, para oxigenar un mediocampo con gran desgaste físico.
Un golpe de cabeza frontal de Palacio que despejó Haghighi de un lago y una corrida de Ghoochannejad que desvió Romero del otro impidieron en los últimos minutos que el marcador se abriera.
Cuando el histórico empate de Irán parecía sellado, Lionel Messi recibió una pelota en el borde del área y con un remate espléndido convirtió el único tanto del partido.
El final fue con festejo de los simpatizantes argentinos, que viajarán a Porto Alegre a enfrentar a Nigeria con la tranquilidad de la clasificación pero con la preocupación de todavía no encontrar un funcionamiento como equipo.
Por su parte, Irán luego de su empate con los africanos y esta gran presentación ante la Argentina se medirá con Bosnia-Herzegovina para definir su futuro.