Hoy en la tarde centrocaribeña, la selección de El Salvador volvió a demostrar por qué es la potencia dominante dentro de su grupo rumbo al Mundial 2026. Bajo el mando del “Bolillo” Gómez, el equipo cuscatleco visitó el Raymond E. Guishard Stadium en Anguila y selló una victoria contundente: 0‑3, con goles de Santos Ortíz al 30’, Brayan Gil en el minuto 45+5 y Elvin Alvarado al 77’. Aunque el marcador refleja claridad, los números detrás del rendimiento reflejan aún más el dominio completo de los salvadoreños.
Por: Mónica Delgado.
Por: Mónica Delgado.
La primera parte ya mostró indicios del dominio. El primer gol, obra de Santos Ortíz al minuto 30, abrió el camino. Se observa en las estadísticas que El Salvador tuvo un 86.5 % de posesión frente a un tímido 13.5 % de Anguilla. Esa diferencia no fue casualidad: 41 intentos de disparo, 14 al arco y 14 saques de esquina, mientras que Anguila no logró remates ni corners
Esa abrumadora superioridad territorial y ofensiva sentenció el paso en el primer tiempo: 2‑0 al descanso, con el segundo gol firmado por Gil al inicio del tiempo cumplido, al 45+5’, aprovechando un balón dentro del área.
En la segunda parte, El Salvador mantuvo el pie en el acelerador, sentenció con definición clínica y cerró la faena con el tercer gol de Alvarado al minuto 77. Aunque la ofensiva se redujo comparada al primer tiempo, siguieron siendo letales. Las 10 oportunidades de gol salvadoreñas, combinadas con solo 10 atajadas del arquero anguilense y casi nula contestación rival, confirmaron un dominio total del partido
El resultado habla también del crecimiento táctico de El Salvador bajo Hernán Darío Gómez. Frente a un rival que acumulaba horas en cancha y energía, la “Selecta” corrigió errores de partidos anteriores (amistosos frente a Guatemala y Puerto Rico) y presentó un juego directo y eficiente, sin lujos pero efectivo. Si bien Anguila mostró garra y presión temprana, no pudo generar nada peligroso: en todo el partido no registró un solo remate ni posesión relevante.
Esta victoria deja a El Salvador con 7 puntos en el Grupo F, solo por detrás de Surinam, que suma 9 puntos tras su victoria sobre Puerto Rico
La tabla refleja un +5 en diferencia de goles favorable para los cuscatlecos mientras Anguila se hunde con 0 puntos y un gol‑diferencia de 21. El siguiente reto será un choque clave: recibir a Surinam el martes 10 de junio en el Cuscatlán, un duelo que podría definir el liderato del grupo
Más allá del resultado, este partido deja otros apuntes interesantes: Brayan Gil, que anotó en momentos claves del partido (45+5’), confirma su regreso al radar ofensivo. En tanto, la cátedra de posesión y manejo de balón (86.5 %) vuelve a traer a relucir una fórmula que funcionó: tener el balón, desgastar al rival y definir cuando el panorama parece ajustado. Esa posesión masiva, combinada con 14 corners a favor, muestran que El Salvador encontró patrones de ataque consistentes que se están consolidando.
Por otro lado, el análisis individual revela que el arquero anguilense Jelanie Lawrence tuvo trabajo duro: solo 10 atajadas registradas en ESPN, aunque la mayoría fueron remates desde fuera del área sin mayor peligro real
Sin embargo, la defensa salvadoreña respondió rápido ante contraataques y supo cerrar líneas antes de permitir disparos certeros.
Este tipo de victorias limpias de errores suele marcar un antes y un después en una eliminatoria que exige resultados desde el arranque. El Salvador se refuerza en confianza, encuentra un estilo sólido bajo la dirección técnica, y suma expectativas: la afición ahora empieza a creer que el equipo puede liderar el grupo en Cuscatlán, lograr el pase a la siguiente ronda y soñar con dar pelea en instancias mayores.
Para Anguila, en cambio, el golpe aparece duro. La escuadra caribeña continuará su marcha sin puntos entre los cinco equipos del grupo y su objetivo para el futuro inmediato será sumar y competir para mejorar su diferencia de gol. Su única victoria reciente (en repesca) data del triunfo por penales contra Islas Turcas y Caicos, pero en fase de grupos de eliminatorias siguen sin marcar un gol ni puntuar
El reto para Keith Jeffrey, su técnico, será encontrar soluciones en ataque y fortalecer una defensa que ya suma 21 goles en contra.
El impacto del resultado para El Salvador es doble: más allá de los puntos, el 3‑0 aporta calma en la preparación para enfrentar a Surinam, tanto en confianza como en gestión de grupo. Hacerlo en cancha ajena trae plus emocional: es una muestra clara de peso mental y físico enfrentarse a rivales inferiores sin relajarse, y aun así mantener el pulso por 90 minutos. Este detalle puede ser también clave en el futuro cuando se enfrenten duelos cerrados.
La próxima fecha de la eliminatoria será determinante para definir si El Salvador puede pelear por el primer puesto del grupo. Cerca pero sin liderato, el camino cuesta arriba y los salvadoreños lo saben. Esta victoria alimenta un discurso de mando, pero también de urgencia: ganar en casa, como siempre en el Cuscatlán, se vuelve la consigna. El partido frente a Surinam será un examen de madurez para este equipo, que ya demostró que sabe construir, atacar y cerrar partidos sin dramas.
En resumen, El Salvador dio un paso firme anoche en Anguilla, respaldado por cifras demoledoras: 86.5 % de posesión, 41 tiros (14 al arco), 14 corners, 3 goles, 0 encajados y una postura constante de liderazgo. No fue solo un resultado, sino una exhibición de identidad de juego. Para Anguila, fue un gran revés que refleja en números la brecha estructural, táctica y anímica entre ambos equipos. La eliminatoria sigue su curso, las cuentas siguen libres y El Salvador se posiciona con la mirada alta, con un plantel ordenado y un objetivo bien renovado: pelear la clasificación sin titubeos.
Esa abrumadora superioridad territorial y ofensiva sentenció el paso en el primer tiempo: 2‑0 al descanso, con el segundo gol firmado por Gil al inicio del tiempo cumplido, al 45+5’, aprovechando un balón dentro del área.
En la segunda parte, El Salvador mantuvo el pie en el acelerador, sentenció con definición clínica y cerró la faena con el tercer gol de Alvarado al minuto 77. Aunque la ofensiva se redujo comparada al primer tiempo, siguieron siendo letales. Las 10 oportunidades de gol salvadoreñas, combinadas con solo 10 atajadas del arquero anguilense y casi nula contestación rival, confirmaron un dominio total del partido
El resultado habla también del crecimiento táctico de El Salvador bajo Hernán Darío Gómez. Frente a un rival que acumulaba horas en cancha y energía, la “Selecta” corrigió errores de partidos anteriores (amistosos frente a Guatemala y Puerto Rico) y presentó un juego directo y eficiente, sin lujos pero efectivo. Si bien Anguila mostró garra y presión temprana, no pudo generar nada peligroso: en todo el partido no registró un solo remate ni posesión relevante.
Esta victoria deja a El Salvador con 7 puntos en el Grupo F, solo por detrás de Surinam, que suma 9 puntos tras su victoria sobre Puerto Rico
La tabla refleja un +5 en diferencia de goles favorable para los cuscatlecos mientras Anguila se hunde con 0 puntos y un gol‑diferencia de 21. El siguiente reto será un choque clave: recibir a Surinam el martes 10 de junio en el Cuscatlán, un duelo que podría definir el liderato del grupo
Más allá del resultado, este partido deja otros apuntes interesantes: Brayan Gil, que anotó en momentos claves del partido (45+5’), confirma su regreso al radar ofensivo. En tanto, la cátedra de posesión y manejo de balón (86.5 %) vuelve a traer a relucir una fórmula que funcionó: tener el balón, desgastar al rival y definir cuando el panorama parece ajustado. Esa posesión masiva, combinada con 14 corners a favor, muestran que El Salvador encontró patrones de ataque consistentes que se están consolidando.
Por otro lado, el análisis individual revela que el arquero anguilense Jelanie Lawrence tuvo trabajo duro: solo 10 atajadas registradas en ESPN, aunque la mayoría fueron remates desde fuera del área sin mayor peligro real
Sin embargo, la defensa salvadoreña respondió rápido ante contraataques y supo cerrar líneas antes de permitir disparos certeros.
Este tipo de victorias limpias de errores suele marcar un antes y un después en una eliminatoria que exige resultados desde el arranque. El Salvador se refuerza en confianza, encuentra un estilo sólido bajo la dirección técnica, y suma expectativas: la afición ahora empieza a creer que el equipo puede liderar el grupo en Cuscatlán, lograr el pase a la siguiente ronda y soñar con dar pelea en instancias mayores.
Para Anguila, en cambio, el golpe aparece duro. La escuadra caribeña continuará su marcha sin puntos entre los cinco equipos del grupo y su objetivo para el futuro inmediato será sumar y competir para mejorar su diferencia de gol. Su única victoria reciente (en repesca) data del triunfo por penales contra Islas Turcas y Caicos, pero en fase de grupos de eliminatorias siguen sin marcar un gol ni puntuar
El reto para Keith Jeffrey, su técnico, será encontrar soluciones en ataque y fortalecer una defensa que ya suma 21 goles en contra.
El impacto del resultado para El Salvador es doble: más allá de los puntos, el 3‑0 aporta calma en la preparación para enfrentar a Surinam, tanto en confianza como en gestión de grupo. Hacerlo en cancha ajena trae plus emocional: es una muestra clara de peso mental y físico enfrentarse a rivales inferiores sin relajarse, y aun así mantener el pulso por 90 minutos. Este detalle puede ser también clave en el futuro cuando se enfrenten duelos cerrados.
La próxima fecha de la eliminatoria será determinante para definir si El Salvador puede pelear por el primer puesto del grupo. Cerca pero sin liderato, el camino cuesta arriba y los salvadoreños lo saben. Esta victoria alimenta un discurso de mando, pero también de urgencia: ganar en casa, como siempre en el Cuscatlán, se vuelve la consigna. El partido frente a Surinam será un examen de madurez para este equipo, que ya demostró que sabe construir, atacar y cerrar partidos sin dramas.
En resumen, El Salvador dio un paso firme anoche en Anguilla, respaldado por cifras demoledoras: 86.5 % de posesión, 41 tiros (14 al arco), 14 corners, 3 goles, 0 encajados y una postura constante de liderazgo. No fue solo un resultado, sino una exhibición de identidad de juego. Para Anguila, fue un gran revés que refleja en números la brecha estructural, táctica y anímica entre ambos equipos. La eliminatoria sigue su curso, las cuentas siguen libres y El Salvador se posiciona con la mirada alta, con un plantel ordenado y un objetivo bien renovado: pelear la clasificación sin titubeos.