La máquina avanzó con un marcador ajustado frente a Pachuca y buscará acabar con la sequía de 24 años sin título. Los de la comarca lagunera fueron más solventes contra Puebla y lucharán por su séptima corona. Lo que se viene en la Liga MX…
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
Después de los partidos de ida en Hidalgo y Torreón, la serie Cruz Azul – Pachuca estaba para cualquiera, no así la de Santos – Puebla porque el cuadro lagunero sacó una abultada ventaja. Sin embargo, los duelos de vuelta dejaron lo que siempre se exige en una semifinal: Drama, goles y sufrimiento.
El Estadio Azteca, actual casa de la máquina cementera, era el lugar donde se definiría al primer finalista. Los dirigidos por el peruano Juan Reynoso habían conseguido un 0-0 en condición de visita, y les bastaba con volver a empatar sin goles para avanzar. Situación distinta para los tuzos que debían marcar al menos un tanto para obtener el boleto a la gran cita. Ya en el juego, Jonathan “Cabecita” Rodríguez fue el más inquieto de la cancha, envió centros peligrosos y hasta disparó al poste, dando la sensación de que tarde o temprano Cruz Azul se pondría al frente… Y así fue, en el 51’, Luis Romo lanzó un trazo al área, justo en medio de los centrales de Pachuca, y ahí apareció Santiago Giménez, el hijo del Chaco, para rematar de cabeza pegadito al poste y sentenciar la eliminatoria.
Por su parte, Santos visitó el Estadio Cuauhutémoc para medirse a un Puebla que no tenía nada que perder, pero sí mucho que ganar. El conjunto camotero llegó hasta esta instancia de manera sorpresiva y contra todo pronóstico, de hecho, registraba 12 años sin estar en una semifinal, lamentablemente en la ida cayeron por 3-0 y darle vuelta parecía una de esas misiones para Tom Cruise, IMPOSIBLE. Desde el primer minuto, el cuadro de Nicolás Lacarmón saltó al campo metiendo presión a su rival y ahogándole la salida, sin embargo, los laguneros con oficio y calma supieron aguantar. En el 54’, Santiago Ormeño aprovechó un balón de Cristian Tabó para anotar y descontar en el global, cosa que terminó siendo solo un dato para las estadísticas porque nada cambió en el resto del juego y Santos avanzó sin mayor problema.
Ahora, se viene la final. Cruz Azul está urgido de un campeonato, en serio, URGIDO. Son casi 24 años sin darle esa alegría a su afición. La novena corona está a 180 minutos, pero enfrente tendrán a Santos, un plantel bien trabajado, que conoce sus virtudes y que buscará el séptimo título de liga mexicana. Estos dos ya se enfrentaron en una definición por el campeonato, fue en el Clausura 2008 y en aquel momento, los de Torreón se impusieron con global de 3-2 y un “Hachita” Ludueña inspirado. ¿Quién será el héroe esta vez?
El Estadio Azteca, actual casa de la máquina cementera, era el lugar donde se definiría al primer finalista. Los dirigidos por el peruano Juan Reynoso habían conseguido un 0-0 en condición de visita, y les bastaba con volver a empatar sin goles para avanzar. Situación distinta para los tuzos que debían marcar al menos un tanto para obtener el boleto a la gran cita. Ya en el juego, Jonathan “Cabecita” Rodríguez fue el más inquieto de la cancha, envió centros peligrosos y hasta disparó al poste, dando la sensación de que tarde o temprano Cruz Azul se pondría al frente… Y así fue, en el 51’, Luis Romo lanzó un trazo al área, justo en medio de los centrales de Pachuca, y ahí apareció Santiago Giménez, el hijo del Chaco, para rematar de cabeza pegadito al poste y sentenciar la eliminatoria.
Por su parte, Santos visitó el Estadio Cuauhutémoc para medirse a un Puebla que no tenía nada que perder, pero sí mucho que ganar. El conjunto camotero llegó hasta esta instancia de manera sorpresiva y contra todo pronóstico, de hecho, registraba 12 años sin estar en una semifinal, lamentablemente en la ida cayeron por 3-0 y darle vuelta parecía una de esas misiones para Tom Cruise, IMPOSIBLE. Desde el primer minuto, el cuadro de Nicolás Lacarmón saltó al campo metiendo presión a su rival y ahogándole la salida, sin embargo, los laguneros con oficio y calma supieron aguantar. En el 54’, Santiago Ormeño aprovechó un balón de Cristian Tabó para anotar y descontar en el global, cosa que terminó siendo solo un dato para las estadísticas porque nada cambió en el resto del juego y Santos avanzó sin mayor problema.
Ahora, se viene la final. Cruz Azul está urgido de un campeonato, en serio, URGIDO. Son casi 24 años sin darle esa alegría a su afición. La novena corona está a 180 minutos, pero enfrente tendrán a Santos, un plantel bien trabajado, que conoce sus virtudes y que buscará el séptimo título de liga mexicana. Estos dos ya se enfrentaron en una definición por el campeonato, fue en el Clausura 2008 y en aquel momento, los de Torreón se impusieron con global de 3-2 y un “Hachita” Ludueña inspirado. ¿Quién será el héroe esta vez?