LAFC ha asegurado uno de los talentos jóvenes más prometedores de su proyecto deportivo al anunciar la renovación de Nathan Ordaz, extendiendo su contrato hasta 2029, con opción a 2030. Este movimiento no solo refuerza la apuesta del club por el talento formado en casa, sino que marca un hecho histórico: Ordaz es el primer canterano en recibir una extensión multianual tras dar el salto al primer equipo.
Por: Mónica Delgado.
Por: Mónica Delgado.
Con apenas 21 años, Ordaz ha pasado de ser una promesa para convertirse en una pieza considerada estratégica dentro del vestuario angelino. Su contrato anterior tenía vigencia hasta finales de 2025, pero LAFC decidió blindarlo antes de tiempo, convencido de que el joven atacante tiene el potencial para ser protagonista en las próximas temporadas de la MLS.
La decisión del club está respaldada por sus números. En la campaña actual, Ordaz ha disputado más de treinta encuentros entre MLS, torneos internacionales y copas nacionales, aportando goles, asistencias y, sobre todo, una versatilidad ofensiva difícil de encontrar en atacantes de su edad. Desde la pretemporada dejó claro que no estaba en el equipo solo para sumar minutos: fue él quien marcó un gol decisivo ante un gigante del fútbol internacional, demostrando temple en escenarios de exigencia.
En el entorno de LAFC, su crecimiento ha sido seguido muy de cerca. Sus entrenadores destacan no solo su capacidad técnica, sino su disciplina, su adaptación táctica y su compromiso diario con el club. Internamente, se le considera un ejemplo para los futbolistas que vienen detrás en las academias del equipo.
Más allá del club, Ordaz también ha dado pasos firmes en el plano internacional. Eligió representar a la selección de El Salvador, con la que ya ha tenido participaciones importantes en encuentros oficiales. Su proyección con la Selecta ha aumentado su perfil mediático y lo convierte en una figura clave para el futuro del fútbol salvadoreño.
Esta renovación representa un reto mayor para el propio jugador. A partir de ahora, no será visto como una promesa, sino como un referente en construcción. Deberá sostener y superar sus registros en la MLS, consolidarse como titular y enfrentar la competencia interna con futbolistas de talla internacional.
Para LAFC, retener a Ordaz significa enviar un mensaje claro al resto de la liga: el club no solo busca fichajes de renombre, sino que cree en el desarrollo de sus propios talentos. Para el jugador, es una declaración de confianza y una plataforma para construir legado.
Nathan Ordaz ya no es simplemente un producto de la cantera. Con esta extensión, pasa a ser uno de los nombres sobre los cuales LAFC proyecta su futuro. Y si mantiene la progresión mostrada hasta ahora, esta firma puede ser el inicio de una historia grande en Los Ángeles.
La decisión del club está respaldada por sus números. En la campaña actual, Ordaz ha disputado más de treinta encuentros entre MLS, torneos internacionales y copas nacionales, aportando goles, asistencias y, sobre todo, una versatilidad ofensiva difícil de encontrar en atacantes de su edad. Desde la pretemporada dejó claro que no estaba en el equipo solo para sumar minutos: fue él quien marcó un gol decisivo ante un gigante del fútbol internacional, demostrando temple en escenarios de exigencia.
En el entorno de LAFC, su crecimiento ha sido seguido muy de cerca. Sus entrenadores destacan no solo su capacidad técnica, sino su disciplina, su adaptación táctica y su compromiso diario con el club. Internamente, se le considera un ejemplo para los futbolistas que vienen detrás en las academias del equipo.
Más allá del club, Ordaz también ha dado pasos firmes en el plano internacional. Eligió representar a la selección de El Salvador, con la que ya ha tenido participaciones importantes en encuentros oficiales. Su proyección con la Selecta ha aumentado su perfil mediático y lo convierte en una figura clave para el futuro del fútbol salvadoreño.
Esta renovación representa un reto mayor para el propio jugador. A partir de ahora, no será visto como una promesa, sino como un referente en construcción. Deberá sostener y superar sus registros en la MLS, consolidarse como titular y enfrentar la competencia interna con futbolistas de talla internacional.
Para LAFC, retener a Ordaz significa enviar un mensaje claro al resto de la liga: el club no solo busca fichajes de renombre, sino que cree en el desarrollo de sus propios talentos. Para el jugador, es una declaración de confianza y una plataforma para construir legado.
Nathan Ordaz ya no es simplemente un producto de la cantera. Con esta extensión, pasa a ser uno de los nombres sobre los cuales LAFC proyecta su futuro. Y si mantiene la progresión mostrada hasta ahora, esta firma puede ser el inicio de una historia grande en Los Ángeles.
