Seattle Sounders se impuso con claridad a Los Angeles Galaxy en una semifinal intensa que terminó 2-0 y que confirmó a los de Washington como uno de los equipos más sólidos de la temporada.
Por: Mónica Delgado.
Por: Mónica Delgado.
Desde el inicio del partido quedó claro que el cuadro visitante había llegado a Carson con la intención de imponer condiciones, y apenas al minuto siete logró golpear con fuerza gracias a un disparo de Pedro de la Vega que silenció el estadio. El argentino recibió un balón filtrado y, con un derechazo cruzado, batió al arquero rival para abrir un marcador que condicionó el resto del encuentro. El gol temprano desarmó el plan del Galaxy, que se vio forzado a adelantar líneas y dejar espacios que serían bien aprovechados por Seattle.
El conjunto angelino intentó reaccionar con Chicharito y Joveljic buscando generar peligro en la portería contraria, pero la zaga visitante estuvo ordenada y sin fisuras. Andrew Thomas, portero de los Sounders, intervino en dos ocasiones con atajadas seguras que evitaron el empate, transmitiendo confianza a toda la defensa. Cada minuto que pasaba aumentaba la desesperación de los locales, que no encontraban la forma de superar la presión alta ni el bloque compacto que había planteado el rival.
La segunda mitad comenzó con el Galaxy tratando de igualar, pero el golpe más duro llegaría apenas cumplida la hora de juego. En una jugada rápida por la banda derecha, De la Vega volvió a ser protagonista filtrando un balón que terminó en los pies de Osaze De Rosario. El joven delantero canadiense no perdonó y definió con un remate preciso al palo izquierdo para el 2-0 que prácticamente sentenció la eliminatoria. A partir de ese momento, el estadio se fue apagando y las esperanzas del Galaxy se desvanecieron, mientras la afición de Seattle que había viajado en buen número comenzaba a celebrar la clasificación a la final.
El resto del partido mostró a un Galaxy con la pelota pero sin ideas claras, chocando una y otra vez contra la muralla defensiva de los Sounders. Incluso con un hombre más tras la expulsión de Nouhou, los angelinos no pudieron generar un dominio real. Seattle se dedicó a manejar los tiempos, cortar el ritmo del encuentro y asegurar la ventaja con inteligencia táctica. El árbitro decretó el final y los jugadores visitantes corrieron a abrazarse, conscientes de que habían logrado un triunfo de enorme valor.
La victoria no solo los mete en la gran final de la Leagues Cup 2025, donde enfrentarán a Inter Miami de Lionel Messi, sino que además les asegura un cupo directo en la próxima edición de la Concacaf Champions Cup, un premio adicional que le da todavía más importancia a la campaña que están firmando. Para el Galaxy, en cambio, queda el sabor amargo de haber estado cerca de la oportunidad de jugar por un título, pero evidenciando que aún le falta dar un salto de calidad en los partidos decisivos.
Seattle Sounders se presenta ahora como un rival de temer, con una plantilla que combina experiencia, juventud y carácter competitivo. La final ante Inter Miami será un choque de estilos y de narrativas, pero lo cierto es que lo conseguido en Carson reafirma a Seattle como uno de los grandes protagonistas del fútbol en Norteamérica. El 2-0 no deja dudas y consolida un camino casi perfecto en esta edición del torneo, donde apenas han mostrado grietas. El reto siguiente será frenar a Messi y compañía, pero hoy por hoy los Sounders pueden soñar con todo, porque ya demostraron que tienen fútbol y personalidad para pelear por la gloria.
El conjunto angelino intentó reaccionar con Chicharito y Joveljic buscando generar peligro en la portería contraria, pero la zaga visitante estuvo ordenada y sin fisuras. Andrew Thomas, portero de los Sounders, intervino en dos ocasiones con atajadas seguras que evitaron el empate, transmitiendo confianza a toda la defensa. Cada minuto que pasaba aumentaba la desesperación de los locales, que no encontraban la forma de superar la presión alta ni el bloque compacto que había planteado el rival.
La segunda mitad comenzó con el Galaxy tratando de igualar, pero el golpe más duro llegaría apenas cumplida la hora de juego. En una jugada rápida por la banda derecha, De la Vega volvió a ser protagonista filtrando un balón que terminó en los pies de Osaze De Rosario. El joven delantero canadiense no perdonó y definió con un remate preciso al palo izquierdo para el 2-0 que prácticamente sentenció la eliminatoria. A partir de ese momento, el estadio se fue apagando y las esperanzas del Galaxy se desvanecieron, mientras la afición de Seattle que había viajado en buen número comenzaba a celebrar la clasificación a la final.
El resto del partido mostró a un Galaxy con la pelota pero sin ideas claras, chocando una y otra vez contra la muralla defensiva de los Sounders. Incluso con un hombre más tras la expulsión de Nouhou, los angelinos no pudieron generar un dominio real. Seattle se dedicó a manejar los tiempos, cortar el ritmo del encuentro y asegurar la ventaja con inteligencia táctica. El árbitro decretó el final y los jugadores visitantes corrieron a abrazarse, conscientes de que habían logrado un triunfo de enorme valor.
La victoria no solo los mete en la gran final de la Leagues Cup 2025, donde enfrentarán a Inter Miami de Lionel Messi, sino que además les asegura un cupo directo en la próxima edición de la Concacaf Champions Cup, un premio adicional que le da todavía más importancia a la campaña que están firmando. Para el Galaxy, en cambio, queda el sabor amargo de haber estado cerca de la oportunidad de jugar por un título, pero evidenciando que aún le falta dar un salto de calidad en los partidos decisivos.
Seattle Sounders se presenta ahora como un rival de temer, con una plantilla que combina experiencia, juventud y carácter competitivo. La final ante Inter Miami será un choque de estilos y de narrativas, pero lo cierto es que lo conseguido en Carson reafirma a Seattle como uno de los grandes protagonistas del fútbol en Norteamérica. El 2-0 no deja dudas y consolida un camino casi perfecto en esta edición del torneo, donde apenas han mostrado grietas. El reto siguiente será frenar a Messi y compañía, pero hoy por hoy los Sounders pueden soñar con todo, porque ya demostraron que tienen fútbol y personalidad para pelear por la gloria.
