Los Cleveland Cavaliers se convirtieron en el nuevo campeón de la NBA al vencer en el séptimo partido de la serie final a Golden State Warriors por 93-89. Guiados por su Rey, el monstruoso Lebron James, el quinteto de Cleveland se consagró por primera vez en su historia campeón de la mejor liga de baloncesto en el mundo.
Por Miguel Gámez
Por Miguel Gámez
Los cavaliers se convirtieron en el primer equipo en remontar una desventaja de 1-3 en la final de la liga. Además, el equipo de Lebron James acabó con 38 años sin que un equipo visitante se impusiera en un séptimo y decisivo partido de la final. El último en hacerlo había sido Washington Bullets en 1978.
Indiscutiblemente, la gran figura de esta final fue Lebron James, elegido unánimemente como el MVP, no sólo por los enormes números que estableció, sino que sirvió de inspiración para sus compañeros cuando parecía que los Warriors tomaban control del partido sobre el final. Uno de los momentos claves del juego fue el tapón que le propinó a Iguodala a falta de un poco menos de dos minutos por jugar y con el marcador igualado a 89.
Pese a la gran actuación de King James, fue el base Kyrie Irving, quien hace un año estuvo en el hospital, el que tuvo en sus manos el tiro del campeonato. Con menos de un minuto por jugar, convirtió un triple que terminó desnivelando y a la larga definiendo el marcador en favor de Cleveland.
Para Golden State, la pérdida de la final supone un duro golpe después de la enorme temporada regular que hicieron, en la que rompieron marcas históricas. Pero no pudieron con la bestia Lebron, que pudo cumplir su palabra de ganar un trofeo de la NBA para Cleveland después de dos intentos fallidos, uno de ellos precisamente el año pasado ante los Warriors.
Indiscutiblemente, la gran figura de esta final fue Lebron James, elegido unánimemente como el MVP, no sólo por los enormes números que estableció, sino que sirvió de inspiración para sus compañeros cuando parecía que los Warriors tomaban control del partido sobre el final. Uno de los momentos claves del juego fue el tapón que le propinó a Iguodala a falta de un poco menos de dos minutos por jugar y con el marcador igualado a 89.
Pese a la gran actuación de King James, fue el base Kyrie Irving, quien hace un año estuvo en el hospital, el que tuvo en sus manos el tiro del campeonato. Con menos de un minuto por jugar, convirtió un triple que terminó desnivelando y a la larga definiendo el marcador en favor de Cleveland.
Para Golden State, la pérdida de la final supone un duro golpe después de la enorme temporada regular que hicieron, en la que rompieron marcas históricas. Pero no pudieron con la bestia Lebron, que pudo cumplir su palabra de ganar un trofeo de la NBA para Cleveland después de dos intentos fallidos, uno de ellos precisamente el año pasado ante los Warriors.