El piloto británico Lewis Hamilton conquistó este fin de semana su octavo GP de Gran Bretaña, pero este éxito se vio manchado por una “peligrosa jugada” en la vuelta 1, impactando la rueda trasera de Max Verstappen y provocándole un choque que pudo ser fatal.
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
Desde hace algunas décadas, todos los deportes tratan de inculcar el valor del Juego Limpio (Fair Play) y la Formula 1 no es la excepción, sin embargo, en el Gran Premio de Gran Bretaña celebrado este fin de semana ocurrió un hecho que deja un amargo sabor de boca. El Mundial de Pilotos, ahora mismo, lo lideran dos: Max Verstappen y Lewis Hamilton. El británico era consciente que de no ganar en su casa se le complicaba el objetivo de alcanzar su octavo campeonato mundial, el neerlandés, por su parte, llegaba con una ventaja cómoda en puntos y le bastaba con meterse al podio para seguir en el top.
Apenas en la primera vuelta sobre el asfalto de Silverstone, ambos competidores se peleaban la “Pole Position”. Verstappen iba por delante de Hamilton, el de Mercedes le intentó rebasar por la derecha, mientras el de Red Bull se abrió para tomar la curva, y justo en ese momento, la rueda delantera izquierda de Lewis impactó con la rueda trasera del monoplaza de Max, haciéndole perder el control, inclusive, la llanta se separó de su eje y el piloto terminó estrellándose contra un muro de contención.
Hamilton continuó sin ver atrás, al mismo tiempo que Verstappen era auxiliado y traslado a un hospital con heridas y traumatismos leves, quedando eliminado del circuito. Los jueces de la F1 revisaron la acción en varias ocasiones, y al final, determinaron que fue algo fortuito y que no merecía la expulsión de Lewis, solamente le penalizaron con 10 segundos de “stand by”. El GP culminó con Hamilton como ganador y Verstappen no dudó en expresarse a través de redes sociales: “Muy decepcionado por haber sido eliminado de esta manera. La penalización no nos ayudo de nada y no hace justicia a la peligrosa jugada que Lewis hizo en la pista”.
A partir de ahí, una avalancha de críticas, cuestionamientos y ofensas, cayeron sobre el piloto de Mercedes, de hecho, un portavoz de Facebook afirmó que la plataforma tuvo que eliminar comentarios y cuentas que infringían sus normativas, llegando a proferir comentarios racistas y sumamente duros con Hamilton. La FIA expresó en un comunicado que estas actitudes son “inaceptables y no tienen cabida en el deporte”.
Aun así, distintas personalidades de la F1 no dudaron en reprochar la maniobra de Lewis. Christian Horner, director del equipo Red Bull, aseguró sentirse “decepcionado porque un piloto de su calibre no debe hacer movimientos como ese”. Además, el compañero de Verstappen, el mexicano Sergio “Checo” Pérez, comentó que Hamilton fue “muy al limite y cruzo una línea que no se debe cruzar”.
Evidentemente, Lewis Hamilton no se quedaría callado y escribió en sus cuentas oficiales que su victoria fue de manera “justa” y que la acción es “un recordatorio de los peligros de este deporte”, y claro, aprovecho para enviar sus “mejores deseos” a Max porque es un “competidor increíble”.
Si bien, las escuderías, los pilotos, los managers y hasta la propia federación han salido al paso para defender a Lewis del masivo ataque cibernético, a nadie se le olvidará esta maniobra sin “Fair Play”.
Apenas en la primera vuelta sobre el asfalto de Silverstone, ambos competidores se peleaban la “Pole Position”. Verstappen iba por delante de Hamilton, el de Mercedes le intentó rebasar por la derecha, mientras el de Red Bull se abrió para tomar la curva, y justo en ese momento, la rueda delantera izquierda de Lewis impactó con la rueda trasera del monoplaza de Max, haciéndole perder el control, inclusive, la llanta se separó de su eje y el piloto terminó estrellándose contra un muro de contención.
Hamilton continuó sin ver atrás, al mismo tiempo que Verstappen era auxiliado y traslado a un hospital con heridas y traumatismos leves, quedando eliminado del circuito. Los jueces de la F1 revisaron la acción en varias ocasiones, y al final, determinaron que fue algo fortuito y que no merecía la expulsión de Lewis, solamente le penalizaron con 10 segundos de “stand by”. El GP culminó con Hamilton como ganador y Verstappen no dudó en expresarse a través de redes sociales: “Muy decepcionado por haber sido eliminado de esta manera. La penalización no nos ayudo de nada y no hace justicia a la peligrosa jugada que Lewis hizo en la pista”.
A partir de ahí, una avalancha de críticas, cuestionamientos y ofensas, cayeron sobre el piloto de Mercedes, de hecho, un portavoz de Facebook afirmó que la plataforma tuvo que eliminar comentarios y cuentas que infringían sus normativas, llegando a proferir comentarios racistas y sumamente duros con Hamilton. La FIA expresó en un comunicado que estas actitudes son “inaceptables y no tienen cabida en el deporte”.
Aun así, distintas personalidades de la F1 no dudaron en reprochar la maniobra de Lewis. Christian Horner, director del equipo Red Bull, aseguró sentirse “decepcionado porque un piloto de su calibre no debe hacer movimientos como ese”. Además, el compañero de Verstappen, el mexicano Sergio “Checo” Pérez, comentó que Hamilton fue “muy al limite y cruzo una línea que no se debe cruzar”.
Evidentemente, Lewis Hamilton no se quedaría callado y escribió en sus cuentas oficiales que su victoria fue de manera “justa” y que la acción es “un recordatorio de los peligros de este deporte”, y claro, aprovecho para enviar sus “mejores deseos” a Max porque es un “competidor increíble”.
Si bien, las escuderías, los pilotos, los managers y hasta la propia federación han salido al paso para defender a Lewis del masivo ataque cibernético, a nadie se le olvidará esta maniobra sin “Fair Play”.