En una noche mágica en Múnich, Portugal volvió a escribir historia. La selección lusa se coronó campeona de la UEFA Nations League 2025 tras derrotar a España en la tanda de penales, luego de un empate 2‑2 lleno de emociones. Con este triunfo, se convierten en la primera selección en conquistar dos veces este torneo, reafirmando su lugar entre las grandes potencias del fútbol europeo. Y como era de esperarse, Cristiano Ronaldo volvió a ser protagonista, no solo con un gol fundamental, sino con una actuación que agranda aún más su legado de leyenda viva.
Por: Mónica Delgado.
Por: Mónica Delgado.
El partido, jugado en el Allianz Arena ante 65,852 espectadores, comenzó con ritmo altísimo. España se puso arriba en el marcador al minuto 21 con un tanto de Martín Zubimendi, aprovechando un rebote dentro del área. La jugada había sido construida desde el mediocampo con precisión milimétrica, algo típico del estilo español. Pero Portugal no tardó en responder. Apenas cinco minutos después, Nuno Mendes, desde la banda izquierda, conectó un disparo potente de zurda que se coló pegado al palo izquierdo del arquero español, igualando el marcador.
Con el 1‑1, el partido se volvió más táctico, pero no por eso menos tenso. Justo antes del descanso, Mikel Oyarzabal sorprendió a la defensa portuguesa con un desmarque inteligente y definió con calidad para volver a poner en ventaja a la Roja. La primera parte cerraba con un 2‑1 que parecía inclinar la balanza a favor de España.
Sin embargo, en la segunda mitad apareció el de siempre. A los 61 minutos, Cristiano Ronaldo, con 40 años de edad y todavía una presencia física imponente, sacó una volea perfecta desde el borde del área tras un centro de Bruno Fernandes. Fue su gol número 138 con la selección nacional, agrandando un récord que ya parecía imbatible. No solo igualó el partido, sino que lo hizo con esa capacidad que lo ha acompañado toda su carrera: aparecer cuando más importa.
El encuentro se fue al alargue, pero ni los cambios ni el desgaste físico pudieron romper la paridad. Ambos equipos buscaron el gol que los consagrara, pero la precisión fue mermando y las defensas se impusieron. Llegaron los penales. La tensión era total. En la tanda, Diogo Costa se convirtió en héroe al atajar el disparo de Álvaro Morata. Todos los lanzadores portugueses anotaron, y fue Rúben Neves quien selló el 5‑3 definitivo con un remate cruzado.
Cristiano Ronaldo, como capitán, fue el primero en levantar el trofeo. Se quebró emocionalmente, abrazó a sus compañeros y al cuerpo técnico, y luego saludó a los miles de aficionados portugueses presentes. Su mensaje postpartido fue claro: “Ganar por Portugal siempre es especial… es deber cumplido y mucha alegría”. No dejó claro si este será su último torneo con la selección, pero dejó abierta la puerta a una retirada a lo grande.
Este título es el tercero internacional para Portugal en la era moderna: Eurocopa 2016, Nations League 2019 y ahora Nations League 2025. También es el título número 34 en la carrera de Cristiano Ronaldo, que con más de 900 goles a nivel clubes y selección, ha marcado una época. Con 221 partidos internacionales, nadie ha vestido más veces la camiseta de Portugal. Y nadie ha anotado tantos goles por una selección nacional como él.
Pero no fue solo la noche de CR7. Nuno Mendes fue elegido el mejor jugador del partido, no solo por su gol, sino por su incansable trabajo por la banda. Diogo Costa, con su atajada en los penales, demostró que el futuro del arco luso está asegurado. Y figuras jóvenes como Rafael Leão y Joao Neves dejaron claro que la renovación ya está en marcha.
Del lado español, la derrota fue dolorosa. Venían con la intención de lograr el “triplete ibérico” tras ganar la Eurocopa 2024 y la Nations League 2023. Con un equipo lleno de talento joven, incluido Lamine Yamal, España fue más dominante en posesión y en tiros totales (15 contra 7), pero no logró cerrar el partido en los momentos clave. La tanda de penales volvió a ser su kriptonita.
El torneo deja muchas lecturas. Portugal mostró carácter, equilibrio táctico y personalidad. Fernando Santos, que regresó como seleccionador interino, logró darle al equipo una identidad clara y eficacia ofensiva. El vestuario se mostró más unido que nunca, y la experiencia de los veteranos mezclada con el hambre de los jóvenes generó un equipo sólido, resiliente y ambicioso.
En cuanto a Cristiano Ronaldo, su rendimiento sigue desafiando al tiempo. A los 40 años sigue compitiendo al más alto nivel, siendo decisivo, anotando goles y empujando a sus compañeros. Tal vez su futuro con la selección esté por decidirse, pero nadie puede discutir que si decide cerrar su ciclo, lo hará en lo más alto.
Portugal ya apunta al Mundial 2026. Con esta victoria, llega con la moral altísima y un grupo que mezcla experiencia, juventud y talento. Será un candidato serio. Por ahora, Europa vuelve a hablar portugués, y el grito de “campeones” suena fuerte desde Múnich hasta Lisboa.
Con el 1‑1, el partido se volvió más táctico, pero no por eso menos tenso. Justo antes del descanso, Mikel Oyarzabal sorprendió a la defensa portuguesa con un desmarque inteligente y definió con calidad para volver a poner en ventaja a la Roja. La primera parte cerraba con un 2‑1 que parecía inclinar la balanza a favor de España.
Sin embargo, en la segunda mitad apareció el de siempre. A los 61 minutos, Cristiano Ronaldo, con 40 años de edad y todavía una presencia física imponente, sacó una volea perfecta desde el borde del área tras un centro de Bruno Fernandes. Fue su gol número 138 con la selección nacional, agrandando un récord que ya parecía imbatible. No solo igualó el partido, sino que lo hizo con esa capacidad que lo ha acompañado toda su carrera: aparecer cuando más importa.
El encuentro se fue al alargue, pero ni los cambios ni el desgaste físico pudieron romper la paridad. Ambos equipos buscaron el gol que los consagrara, pero la precisión fue mermando y las defensas se impusieron. Llegaron los penales. La tensión era total. En la tanda, Diogo Costa se convirtió en héroe al atajar el disparo de Álvaro Morata. Todos los lanzadores portugueses anotaron, y fue Rúben Neves quien selló el 5‑3 definitivo con un remate cruzado.
Cristiano Ronaldo, como capitán, fue el primero en levantar el trofeo. Se quebró emocionalmente, abrazó a sus compañeros y al cuerpo técnico, y luego saludó a los miles de aficionados portugueses presentes. Su mensaje postpartido fue claro: “Ganar por Portugal siempre es especial… es deber cumplido y mucha alegría”. No dejó claro si este será su último torneo con la selección, pero dejó abierta la puerta a una retirada a lo grande.
Este título es el tercero internacional para Portugal en la era moderna: Eurocopa 2016, Nations League 2019 y ahora Nations League 2025. También es el título número 34 en la carrera de Cristiano Ronaldo, que con más de 900 goles a nivel clubes y selección, ha marcado una época. Con 221 partidos internacionales, nadie ha vestido más veces la camiseta de Portugal. Y nadie ha anotado tantos goles por una selección nacional como él.
Pero no fue solo la noche de CR7. Nuno Mendes fue elegido el mejor jugador del partido, no solo por su gol, sino por su incansable trabajo por la banda. Diogo Costa, con su atajada en los penales, demostró que el futuro del arco luso está asegurado. Y figuras jóvenes como Rafael Leão y Joao Neves dejaron claro que la renovación ya está en marcha.
Del lado español, la derrota fue dolorosa. Venían con la intención de lograr el “triplete ibérico” tras ganar la Eurocopa 2024 y la Nations League 2023. Con un equipo lleno de talento joven, incluido Lamine Yamal, España fue más dominante en posesión y en tiros totales (15 contra 7), pero no logró cerrar el partido en los momentos clave. La tanda de penales volvió a ser su kriptonita.
El torneo deja muchas lecturas. Portugal mostró carácter, equilibrio táctico y personalidad. Fernando Santos, que regresó como seleccionador interino, logró darle al equipo una identidad clara y eficacia ofensiva. El vestuario se mostró más unido que nunca, y la experiencia de los veteranos mezclada con el hambre de los jóvenes generó un equipo sólido, resiliente y ambicioso.
En cuanto a Cristiano Ronaldo, su rendimiento sigue desafiando al tiempo. A los 40 años sigue compitiendo al más alto nivel, siendo decisivo, anotando goles y empujando a sus compañeros. Tal vez su futuro con la selección esté por decidirse, pero nadie puede discutir que si decide cerrar su ciclo, lo hará en lo más alto.
Portugal ya apunta al Mundial 2026. Con esta victoria, llega con la moral altísima y un grupo que mezcla experiencia, juventud y talento. Será un candidato serio. Por ahora, Europa vuelve a hablar portugués, y el grito de “campeones” suena fuerte desde Múnich hasta Lisboa.