Viajaron a a Tokyo siendo fuertes candidatas para colgarse medalla, y lo consiguieron. Kevin Durant y Megan Rapinoe lideraron a dos grupos plagados de estrellas que, aunque ya han alcanzado el éxito en distintas competencias, los Juegos Olímpicos siempre les suponen un reto atractivo.
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
Estados Unidos volvió a plasmar su superioridad en baloncesto y fútbol femenino, llevándose medallas en los Juegos Olímpicos Tokyo 2020. Por un lado, las chicas comandadas por Megan Rapinoe se impusieron 3-4 a Australia en la lucha por el Bronce, mientras que el conjunto liderado por Kevin Durant derrotó 82-87 a Francia para colgarse la presea dorada.
Un golazo olímpico, para variar, de la “capitana américa” abrió la brecha del triunfo en el duelo ante las oceánicas, y pese al empate casi inmediato conseguido por Samantha Kerr, el equipo norteamericano pegó tres bofetadas continúas para llegar a un marcador cómodo de 1-4. Rapinoe firmó doblete, al igual que Carli Lloyd. Luego hubo un lapso de “relajación” que Australia aprovechó para acercarse con los tantos de Caitlin Foord y Emily Gielnik, pero el tiempo no les alcanzó para igualar, y finalmente, Estados Unidos subió al podio en el tercer lugar.
En la disciplina de baloncesto, pocos, muy pocos dudaban de un “multicampeonato” de las barras y las estrellas. Claramente, su liga (NBA) es la mejor en todo el planeta, tienen a los mejores jugadores, un poder económico sinigual, y pensar en la posibilidad de otro “batacazo” como el de Atenas 2004 cuando Argentina les ganó la final, era algo “casi” descabellado. De la mano de Kevin Durant que aportó 29 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias, Estados Unidos venció a Francia con un dominio notable durante todo el juego, excepto en el último tramo, donde el quinteto “gringo” bajó las revoluciones y llegó a tener solamente 3 puntos de ventaja.
En fútbol femenino, el talento, calidad y capacidad de Horan, O’Hara, Press, Morgan, Lavelle y las mencionadas Rapinoe y Lloyd, además del resto del plantel y cuerpo técnico, fue suficiente para darle a Estados Unidos un nuevo logro olímpico, luego de su ausencia en Río 2016. En baloncesto, la habilidad, experiencia y condiciones de Holiday, Lillard, Booker, Adebayo, Tatum, Middleton, Green y por supuesto, Durant, fue demasiado para sus rivales, quedándose por decimosexta ocasión con el Oro.
Esta superioridad de ambas selecciones da la pauta para hacer la pregunta: ¿Es este el techo de Estados Unidos o puede aumentar aún más su nivel?
Un golazo olímpico, para variar, de la “capitana américa” abrió la brecha del triunfo en el duelo ante las oceánicas, y pese al empate casi inmediato conseguido por Samantha Kerr, el equipo norteamericano pegó tres bofetadas continúas para llegar a un marcador cómodo de 1-4. Rapinoe firmó doblete, al igual que Carli Lloyd. Luego hubo un lapso de “relajación” que Australia aprovechó para acercarse con los tantos de Caitlin Foord y Emily Gielnik, pero el tiempo no les alcanzó para igualar, y finalmente, Estados Unidos subió al podio en el tercer lugar.
En la disciplina de baloncesto, pocos, muy pocos dudaban de un “multicampeonato” de las barras y las estrellas. Claramente, su liga (NBA) es la mejor en todo el planeta, tienen a los mejores jugadores, un poder económico sinigual, y pensar en la posibilidad de otro “batacazo” como el de Atenas 2004 cuando Argentina les ganó la final, era algo “casi” descabellado. De la mano de Kevin Durant que aportó 29 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias, Estados Unidos venció a Francia con un dominio notable durante todo el juego, excepto en el último tramo, donde el quinteto “gringo” bajó las revoluciones y llegó a tener solamente 3 puntos de ventaja.
En fútbol femenino, el talento, calidad y capacidad de Horan, O’Hara, Press, Morgan, Lavelle y las mencionadas Rapinoe y Lloyd, además del resto del plantel y cuerpo técnico, fue suficiente para darle a Estados Unidos un nuevo logro olímpico, luego de su ausencia en Río 2016. En baloncesto, la habilidad, experiencia y condiciones de Holiday, Lillard, Booker, Adebayo, Tatum, Middleton, Green y por supuesto, Durant, fue demasiado para sus rivales, quedándose por decimosexta ocasión con el Oro.
Esta superioridad de ambas selecciones da la pauta para hacer la pregunta: ¿Es este el techo de Estados Unidos o puede aumentar aún más su nivel?