34 años debió esperar el equipo de San Sebastián para volver a levantar la copa de su majestad. El Athletic buscaba su corona #24, pero tras la derrota, deberá intentarlo nuevamente. Esta final de Copa del Rey marcó historia al ser la primera en jugarse a puerta cerrada por motivos sanitarios.
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
Dos equipos vascos se enfrentaron en la gran final de Copa del Rey, ambos llegaban con el mismo objetivo, pero con distinta presión. Por un lado, el Athletic Bilbao, cuadro copero por excelencia, llegaba en búsqueda de su título número 24, mientras que la Real Sociedad necesitaba un elixir de victoria para reanimar a su afición, y es que la última vez que consiguieron la Copa fue 1987.
En el Estadio de La Cartuja, el partido se tornó muy parejo, con pocas opciones claras de gol, hasta que llegó un disparo lejano de Iñigo Martínez, sobre minuto 32’, que exigió al portero Remiro a emplearse a fondo para mandarla al córner. El momento clave llegó al 57’, cuando un gran balón para Portu le dejaba solo frente al portero Unai Simón, pero entonces apareció la pierna del central Iñigo Martínez provocando un claro penalti, que de inmediato fue confirmado por el VAR, y el capitán “txuri-urdin” Mikel Oyarzabal, lo cobró de manera excepcional para el único tanto de la final.
La Real Sociedad volvió a probar las mieles del éxito. Tercera Copa del Rey para sus vitrinas. Fiesta en Donostia. Y el técnico Imanol Alguacil mostró su felicidad, inclusive, en la conferencia de prensa.
En el Estadio de La Cartuja, el partido se tornó muy parejo, con pocas opciones claras de gol, hasta que llegó un disparo lejano de Iñigo Martínez, sobre minuto 32’, que exigió al portero Remiro a emplearse a fondo para mandarla al córner. El momento clave llegó al 57’, cuando un gran balón para Portu le dejaba solo frente al portero Unai Simón, pero entonces apareció la pierna del central Iñigo Martínez provocando un claro penalti, que de inmediato fue confirmado por el VAR, y el capitán “txuri-urdin” Mikel Oyarzabal, lo cobró de manera excepcional para el único tanto de la final.
La Real Sociedad volvió a probar las mieles del éxito. Tercera Copa del Rey para sus vitrinas. Fiesta en Donostia. Y el técnico Imanol Alguacil mostró su felicidad, inclusive, en la conferencia de prensa.