La espera de cuatro largos años terminó y el Al-Rihla rodó por fin en Qatar, iniciando la edición número 22 de las Copas del Mundo. La ceremonia de inauguración dejó grandes sensaciones, mezclando tributos, culturas y detalles particulares. Ecuador, con Enner Valencia, ya hicieron historia.
Por: Alejandro Mejicanos.
Por: Alejandro Mejicanos.
Bastante lejano se sentía ya aquel 15 de julio de 2018 en el que Francia se proclamó campeona del mundo en Moscú. El planeta fútbol necesitaba volver a disfrutar de su máxima fiesta para dejar atrás los momentos complicados como guerras o pandemias… Y aunque el contexto en el que se desarrolló la infraestructura de Qatar 2022 no es el más honorable, en la cancha, como decía Maradona: “la pelota no se mancha”, y el resto queda en segundo plano.
Tanto es así que, desde la espectacular ceremonia de inauguración, el ambiente a Copa del Mundo silenció otros temas (como el de la cerveza, por ejemplo), centrándose en el show de luces, botargas, banderas, bailarines, cantantes y por supuesto, la infaltable presentación del trofeo que apareció en manos del ex jugador francés, Marcel Desailly.
Maluma finalmente no participó, pero sí sorprendió la inclusión del actor Morgan Freeman quien recitó un discurso y luego se dio pasó a una representación cultural con elementos de diferentes tradiciones del medio oriente. Todo esto ocurría en el Estadio Al Bayt, frente a la mirada de 67,372 espectadores, incluido el Emir, Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani.
En relación con el partido, lo más relevante sucedió en los primeros 30 minutos. Qatar fue ampliamente superado por una Selección de Ecuador que presionó alto, anuló a los talentosos del rival, manejó tiempos, tocó fácil, abrió espacios y en especial, jugó sin miedo, un miedo y nerviosismo que sí se le notó al anfitrión.
Los sudamericanos fueron tan “amos y señores” del juego que batieron tres récords en mundiales.
Primero, al minuto 3’, anotaron y se les anuló por offside -nunca antes el primer tanto de un mundial se había anulado-, luego, Enner Valencia firmó doblete y se convirtió en el primer jugador de la historia que anota el gol #1 y gol #2 de un mundial, y encima, propinaron la primera derrota de un país sede en el juego inaugural de copas del mundo. 2-0 con muchísima solvencia de “La Tri”.
Ahora, se viene la locura del mundial, los cuatro partidos por día en los que, seguramente, veremos golazos, patadas, lujos, errores, polémicas y cada detalle inolvidable.
Tanto es así que, desde la espectacular ceremonia de inauguración, el ambiente a Copa del Mundo silenció otros temas (como el de la cerveza, por ejemplo), centrándose en el show de luces, botargas, banderas, bailarines, cantantes y por supuesto, la infaltable presentación del trofeo que apareció en manos del ex jugador francés, Marcel Desailly.
Maluma finalmente no participó, pero sí sorprendió la inclusión del actor Morgan Freeman quien recitó un discurso y luego se dio pasó a una representación cultural con elementos de diferentes tradiciones del medio oriente. Todo esto ocurría en el Estadio Al Bayt, frente a la mirada de 67,372 espectadores, incluido el Emir, Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani.
En relación con el partido, lo más relevante sucedió en los primeros 30 minutos. Qatar fue ampliamente superado por una Selección de Ecuador que presionó alto, anuló a los talentosos del rival, manejó tiempos, tocó fácil, abrió espacios y en especial, jugó sin miedo, un miedo y nerviosismo que sí se le notó al anfitrión.
Los sudamericanos fueron tan “amos y señores” del juego que batieron tres récords en mundiales.
Primero, al minuto 3’, anotaron y se les anuló por offside -nunca antes el primer tanto de un mundial se había anulado-, luego, Enner Valencia firmó doblete y se convirtió en el primer jugador de la historia que anota el gol #1 y gol #2 de un mundial, y encima, propinaron la primera derrota de un país sede en el juego inaugural de copas del mundo. 2-0 con muchísima solvencia de “La Tri”.
Ahora, se viene la locura del mundial, los cuatro partidos por día en los que, seguramente, veremos golazos, patadas, lujos, errores, polémicas y cada detalle inolvidable.